Apuntes sobre el canon literario

Cuadro blanco sobre fondo blanco. Kazimir Malevich

“El canon, una palabra religiosa en su origen, se ha convertido en una elección entre textos que compiten para sobrevivir, ya se interprete esta elección como realizada por grupos sociales dominantes, instituciones educativas, tradiciones críticas o, como hago yo, por autores de aparición posterior que se sienten elegidos por figuras anteriores concretas” (Bloom, 1995: 30)

Es decir, es una selección de los mejores y más importantes textos literarios cuya auténtica cuestión es: “¿Qué debe leer el individuo que desea leer en este momento de la historia?” (Bloom, 1995: 25). Por supuesto, el canon universal sería inmenso, ya que se unirían las tradiciones occidentales, orientales…, por eso cuando se hacen estudios sobre él se centran en alguno de sus puntos, cuya suma total formaría el canon occidental. Aquí tan solo queremos dar una pequeña visión del concepto de canon, centrándonos en el occidental al que pertenece nuestra cultura y hablando al final de la poesía española actual en relación al canon poético.

Empezaremos diciendo que el canon debe existir, es inevitable “porque somos mortales y nuestro tiempo es limitado” (Bloom, 1995: 40) lo que hace que debamos seleccionar nuestras lecturas, y que mejor forma de hacerlo que acudir a un compendio de las más influyentes e importantes de la historia. Pero la cuestión va más allá, pues no solo es inevitable que exista para ofrecernos una guía cultural sobre la que asentar nuestro saber literario, sino que los escritores quieren de su existencia, ya que el hecho de poder llegar a formar parte de él hace que el autor sea reconocido por las posteriores generaciones y por tanto su figura quede inmortalizada; ya sabemos que nadie muere mientras alguien lo recuerda. Sinceramente, siempre he pensado que a esta afirmación le falta una segunda parte que diga que incluso es posible que alguien que ha muerto siga más vivo que tú o yo. Por ejemplo, entrando ya un poco en poesía, Garcilaso de la Vega o Luis de Góngora, que mueren en 1536 y 1627 respectivamente, están mucho más vivos que la gran mayoría de nosotros, y lo estarán por muchos años más. Al fin y al cabo, es el arte la huella de nuestro paso por el mundo, y si ese arte entra en el canon, la huella se eterniza. 

Resumiendo: la entrada en el canon literario hace inmortales a los escritores; el canon inmortaliza, porque el canon hace recordar.

Ya en la Grecia Antigua, antes de la filosofía de platónica de los siglos IV y V a.C., se plasmaba esto en la poesía, por supuesto que no se hablaba de canon, pero sí de la eternidad a la que la obra de arte lleva a sus creadores: “Zeus nos ha dado un duro destino, para que en adelante seamos cantados por los hombres” afirma Homero en el canto VI de la Ilíada. Pero muchos más poetas tratan este tema, por ejemplo Teognis de Megara en estos bellos versos dirigidos a su amante Cirno, en los que afirma que no solo el poeta continuará con su canto tras la muerte, sino que se recordará por igual también al objeto poético:

Alas a ti yo te he dado; con ellas el mar infinito
y toda la tierra en un vuelo podrás recorrer
sin fatigas; en todo banquete y festejo presente
te hallarás, albergado en las bocas de muchos,
y al son de las flautas de tonos agudos los jóvenes
en rondas de amor, con bellas y suaves tonadas
te citarán. Y cuando bajo las cuevas de la sombría tierra,
a las casas de Hades llenas de lamentos,
ni siquiera entonces, aunque estés muerto perderás la fama,
sino que serás recordado entre la gente al tener un nombre inmortal,
Cirno, y vas a viajar por la tierra de Grecia y por las islas,
atravesando sobre el estéril mar rico en peces,
no sentado a lomos de caballos; sin embargo, que te llevarán
los resplandecientes dones de las Musas coronadas de violeta.
Para todos, a quienes importa, y para todos los que existirán
serás canto por igual, mientras tierra y sol (existan).
Yo sin embargo no obtengo de ti un poco de respeto,
sino que como a un niño pequeño me engañas con palabras.
Jorge Manrique

Los latinos, en gran parte deudores de la filosofía helenística incluyeron estas ideas en su arte, y por tanto, todo ello volvió a despertar posteriormente en Europa con el Renacimiento: En Castilla, Jorge Manrique en sus archiconocidas Coplas dice:

Copla 35

No se os haga tan amarga
la batalla temerosa
que esperáis,
pues otra vida más larga
de la fama glorïosa
acá dejáis,

(aunque esta vida de honor
tampoco no es eternal
ni verdadera);
mas, con todo, es muy mejor
que la otra temporal
perecedera.
William Shakespeare

Por último, tan solo un poema más que plasma estas ideas, un soneto de transición entre los siglos XV y XVI, entre Renacimiento y Barroco, escrito por uno de los mejores dramaturgos de la historia, William Shakespeare:

¿A un día de verano compararte?
Más hermosura y suavidad posees.
Tiembla el brote de mayo bajo el viento
y el estío no dura casi nada.

A veces demasiado brilla el ojo solar
y otras su tez de oro se apaga;
toda belleza alguna vez declina,
ajada por la suerte o por el tiempo.

Pero eterno será el verano tuyo.
No perderás la gracia, ni la Muerte
se jactará de ensombrecer tus pasos

cuando crezcas en versos inmortales.
Vivirás mientras alguien vea y sienta
y esto pueda vivir y te dé vida.

Ya sabemos una de las funciones del canon, sin embargo, surge un problema: ¿Están al mismo nivel dentro de él William Shakespeare, Jorge Manrique, Teognis de Megara y Homero? La respuesta claramente es no. Podemos explicar esto a partir de una de las bases de la Semántica Cognitiva, la teoría de prototipos, que aplicada al tema que estamos tratando quedaría así: no todos los elementos del canon se encuentran en un mismo nivel de importancia, sino que hay elementos centrales o prototípicos –obras literarias y autores más representativos y reconocidos- y otros periféricos –obras y autores reconocidos y representativos, pero no al nivel de lo anterior-. Por supuesto, dentro de los elementos periféricos algunos son más cercanos al centro del modelo, mientras que otros están más alejados. En este caso en concreto, podemos afirmar que tanto Shakespeare como Homero junto a sus más importantes obras se encuentran por méritos propios en el mismo centro del canon universal; Manrique estaría en una buena posición pero no sería prototipo como los anteriores, sin embargo sí que estaría situado en una posición más central si estamos hablando del canon poético hispánico; Teognis por su parte no ha sido tan apreciado por grupos sociales, culturales, escritores, tradiciones críticas…, que son los que crean el canon como sabemos gracias a la definición de Bloom, por lo que su posición es muy periférica en el universal, e incluso podemos considerar que no está incluido, aunque ocuparía una mejor situación en el canon poético de la Grecia Antigua.

Esto último nos lleva a otra característica del canon: existe un Gran Canon Occidental, en mayúsculas, en el que se encuentran las obras y los escritores más importantes de la historia de la humanidad. Sin embargo, no es único, ya que cada cultura nacional tiene una visión propia del él, generándose así cánones diversos pero muy similares en cuanto a su forma y contenido. Además, cada cultura tiene su propio canon nacional en el que se recogen sus obras más importantes.

Otra característica importante es que cada época tiene un canon sincrónico determinado por los gustos y las modas culturales. Por ejemplo, es bien sabido que la Generación del 27 –Lorca, Guillén, Aleixandre, Cernuda…- encumbraron como el gran poeta de la historia de las letras hispanas a Luis de Góngora, desplazando a Garcilaso a un segundo plano, es decir, convirtieron en el prototipo por excelencia al poeta barroco y sus difíciles juegos de palabras alejando del centro al renacentista con su lenguaje más sencillo. Comparad en este sentido estos dos maravillosos poemas que describen a una mujer amada:

Luis de Góngora: Soneto LXXXVI 

De pura honestidad templo sagrado,
 cuyo bello cimiento y gentil muro
de blanco nácar y alabastro duro
fue por divina mano fabricado;

pequeña puerta de coral preciado,
claras lumbreras de mirar seguro,
que a la esmeralda fina el verde puro
habéis para viriles usurpado;

soberbio techo, cuyas cimbrias de oro
al claro sol, en cuanto en torno gira, 
ornan de luz, coronan de belleza;

ídolo bello, a quien humilde adoro:
oye piadoso al que por ti suspira,
tus himnos canta y tus virtudes reza.
Garcilaso: Soneto XXIII

En tanto que de rosa y azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
enciende al corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello, que en la vena      
del oro se escogió, con vuelo presto,
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto, antes que el tiempo airado       
cubra de nieve la hermosa cumbre;

marchitará la rosa el viento helado.
Todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre. 
Detalle de la Venus de Botticelli

Sin embargo, no todo van a ser perfecto, hay un problema que trataré de resumir siguiendo a Méndez Rubio en “¿De dónde viene la violencia al canon poético?”: el hecho de la existencia del canon hace que debamos ver la literatura en una posición maniquea: interior o exterior al canon. Actualmente, el lenguaje y la literatura han sido instrumentalizados por los estados modernos y el mercado para crear un soporte que instaure un proyecto de comunicación masivo y así realizar un control cultural de las masas, es decir, la elección de qué elementos entran en el canon la toma de forma un tanto dictatorial el “grupo social dominante” del que hablaba Bloom en su definición del inicio. El canon es, por tanto, modificado por los intereses del poder que deciden quién entra a él a través del control los grandes medios de masas sin los cuales no puedes ser conocido y por tanto no puedes ser incluido en él, lo que genera una lucha de “textos que compiten para sobrevivir” (Bloom, 1995: 30) en un campo de batalla donde reinan los intereses neoliberales. Qué mejor resumen de esto que las palabras de Chomsky, según el cual las obras masivas y canónicas actuales se convierten en “modelos de propaganda de la ideología neoliberal” (Chomsky, 1992).

 No quiero decir así que gran parte de las obras y autores que se incluyen actualmente no merezcan estar en él, sino que lo que intento reivindicar es que muchas veces a través de los elementos que entran en el canon se trata de tapar y hacer desaparecer a otras muchas grandes obras y escritores que no tienen el respaldo del poder porque lo critican duramente, como es el caso de la poesía experimental actual no basada en los dogmas del realismo: ¿Acaso las obras a las que pertenecen los poemas que aparecen posteriormente no merecen pertenecer al canon poético hispano al igual que han entrado otras muchas de Luis García Montero o Vicente Gallego?, ¿Acaso no deberían ser los propios escritores y los críticos los que decidieran qué obras merecen entrar y no los intereses del poder establecido “democráticamente”?

Antonio Orihuela

11-M

Yo me manifesté contra la guerra.
Hice todo lo que un ciudadano puede hacer contra la guerra.
Pegué carteles,
di recitales,
fui a la huelga general contra la guerra
que mi pequeño sindicato convocó contra la guerra.
Hablé, donde pude, contra la guerra.
Ahora, el gobierno de mi país en guerra
me pide que me manifieste
porque el enemigo
ha empezado a tirarnos bombas.
Querían
ir a la guerra
y sólo disparar ellos.
Enrique Falcón

España y poesía, viejita y regañadita

En mi país cocido de lejos buenamente con las tripas afuera
los poetas comen jeringuillas con leche
carne de avestruz
brotan de las cuevas con un poco de saliva
se derraman por el campo como niños sin dientes.
En mi país cuchillo en las trenzas de los buenos empresarios
no hay huelgas generales:
los poetas las evitan con un trapo en la boca
brotan de las cuevas con temblores de piel
y lamen los cercados de los hombres ricos.
En mi país castigo en periferia de los barrios más bellos
se prohíben cosas que no sean de madera:
con blancos mondadientes se arrancan los colmillos
los poetas honestos de todo el país
brotan de las cuevas con los párpados mudos
para luego calmarse con trescientos espejos
los poetas honestos de todo el país.
Mi
verdadero conflicto:
que me muerden mis versos,
que no tengo país.
Antonio Méndez Rubio

De donde vienes tú no hay esperanza
apenas sino sombra
temblando entre las hojas
noche nueva en el agua
de cuando vienes tú no hay ya futuro
y sin embargo nada
en tus manos significa renuncia
nada derrota nada arena oscura
ni nada desencuentro
nada
sabes del frío con que mi voz te espera

LIBROS CONSULTADOS:

BLOOM, H. (1995): El canon occidental, Barcelona, Anagrama.

CHOMSKY, N. (1992): Ilusiones necesarias (Control del pensamiento en las sociedades democráticas, Madrid, Libertarias.

MÉNDEZ RUBIO, A. (2004): Poesía sin rumbo, Mérida, Editora Regional de        Extremadura.

One, de U2

Cuando en mi decimoquinto cumpleaños mi hermano me regaló uno de los mis primeros discos de vinilo con los que comencé mi colección “vintage”, no podía imaginar que iba a descubrir a un grupo que marcaría bastante mi inclinación musical. Aquellos cuatro tipos treintañeros, de aspecto atractivo y desafiante, que se habían creado una merecida fama de rebeldes pacifistas y defensores de las causas imposibles de los más desfavorecidos durante la década de los ochenta, se habían despedido de su público en su ciudad natal, Dublín, en 1989, tras el gran éxito obtenido con su álbum The Joshua Tree. En cambio ahora volvían con mucha más fuerza, sabiduría y decisión, tras un largo calvario de dos años y duras y complicadas sesiones de grabación, donde la unión estuvo muy cerca de disolverse, pero con su séptimo álbum, Achtung Baby, donde los ritmos eran más palpitantes y las melodías se cargaban de electricidad y se comenzaron a escuchar por las discotecas donde yo dejaba pasar las horas más frenéticas de mi juventud, pero sobre todo una canción por encima de las otras se introdujo en mí para formar parte de la banda sonora de mi vida, me refiero a “One”, la cual, producida por Brian Eno y Daniel Lanois, como el resto del disco y gran parte de los trabajos de la banda, es uno de sus temas más representativos y ha llegado a ser un himno para muchos, quienes ven en esta canción una oda a la amistad.

Como ya habréis deducido los enteradillos en estos recovecos de partituras y pentagramas, me refiero al ya mítico grupo U2, una banda de rock irlandés que fue creada por cuatro chavales de bachillerato allá por el año 1976: El vocalista Paul Hewson, más conocido como “Bono”, el guitarrista David Evans (The Edge), el bajista Adam Clayton y el percusionista y actor Larry Mullen.

“One”, según palabras del mismo Bono, el autor de la letra, “es una canción de amistad y camaradería”, sin embargo, se ha querido encontrar en ella distintas interpretaciones y orígenes, algunas bastante dispares. Por ejemplo, con la aparición de su primer vídeo oficial, el versionado por Anton Crobijn y que fue rodado en Berlín, cuyos beneficios fueron en parte destinados a la lucha contra el SIDA, algunos críticos pensaron que se trataba de las confesiones de un joven gay enfermo de VIH a su padre:

Aunque, leyendo detenidamente la letra, estas afirmaciones parecen querer rizar el rizo y buscar algunas connotaciones, tal vez malintencionadas, que quizá no tenga… Está claro que aparece una voz protagonista que se dirige a otra persona y comienza con una serie de preguntas las cuales nos la descubren como un ser angustiado, que sufre por una relación o por una pérdida, pero ¿podría referirse a sí mismo?:

Is it getting better, or do you feel the same?
Will it make it easier on you, now you got someone to blame?
¿Te sientes mejor, o te sientes igual? 
¿Será más fácil para ti, ahora que puedes culpar a alguien? 

Este punto es duro, la verdad, pues tal vez se refiera a alguien que tenga un sentimiento de culpabilidad por algo, que no le deja ser feliz, pero no nos aclara nada, ni quién es, ni qué pasa… Sigamos:

You say one love, one life, when it's one need in the night. 
Tú dices un amor, una vida, cuando es una necesidad en la noche.

Se afirma que un amor es una vida, pero luego llega una contradicción, ya que sólo es una necesidad en la noche, ¿para quién?… ¿para el que habla?… ¿para el que escucha? ¿En general?…

One love, we get to share it 
Leaves you baby if you don't care for it. 
Un amor, que llegamos a compartirlo, 
te deja si tú no cuidas de él. 

En este punto, aunque la cosa parezca más clara, puede inducirnos a diferentes equívocos: ¿de qué tipo de amor habla?… ¿Realmente está hablando con otra persona o es una mera reflexión?…

Did I disappoint you or leave a bad taste in your mouth? 
You act like you never had love and you want me to go without.” 
¿Te decepcioné o te dejé un mal sabor en la boca? 
Actúas como si nunca tuvieras amor y quieres que yo prescinda de ello.

Parece que se van descartando el resto de las posibilidades y se va clarificando el del amor familiar, el de padres e hijos, pues estos versos llevan una gran carga de reproche que es más común en las relaciones filiales. Tengamos en cuenta que Bono perdió a su madre, Rankin Hewson, quien murió a causa de un aneurisma cerebral cuando él sólo tenía catorce años. Desde entonces vivió bajo la tutela de su padre, con el que nunca, al parecer, tuvo una excelente conexión. Fue un joven rebelde y conflictivo, e incluso tuvo que ser cambiado de colegio por lanzarle excremento de perro a una profesora, precisamente la de español, y no acabó sus estudios, como hubiera sido el deseo de su familia, buscando pronto el camino de la música, puesto que a los 16 años formó parte de una banda llamada Feedback, compuesta por Larry Mullen, David Evans (The Edge), Dick Evans y Adam Clayton, de la cual, años después, surgiría U2. Así púes, estas líneas tienen todo el aspecto de una discusión entre padre e hijo, aunque todavía no se pueda descartar por completo cualquier otra hipótesis. Más adelante continúa:

Well, it's too late tonight to drag the past out into the light. 
We're one, but we're not the same. 
We get to carry each other, carry each other... one.
Bien, es muy tarde esta noche para sacar el pasado a la luz. 
Somos uno, pero no somos lo mismo.
Conseguimos llevarnos el uno al otro, llevarnos el uno al otro ... uno. 

Aunque ahora parece más claro la relación familiar y que esta canción es como un reproche, como una llamada de atención, como la petición de alguna respuesta, no podemos descartar todavía la hipótesis de la reflexión…

Have you come here for forgiveness?
Have you come to raise the dead? 
Have you come here to play Jesus to the lepers in your head?
¿Has venido aquí a por el perdón? 
¿Has venido para resucitar a los muertos? 
¿Has venido aquí para jugar a Jesús con los leprosos en tu imaginación? 

Una presencia tras una prolongada ausencia que se intuye, con su vuelta retorna el pasado, pero ¿para qué?… ¿acaso espera que ocurra algún milagro?… Como vemos, cada vez más tiene el aspecto de una discusión familiar, no es tan frecuente este tipo de reproches entre amigo o amantes…Incluso parece alejarse de la reflexión y del monólogo…

Did I ask too much, more than a lot?
You gave me nothing, now it's all I got.
We're one, but we're not the same.
Well, we hurt each other, then we do it again.
¿Te pedí demasiado, más que demasiado? 
Tú no me diste nada, ahora es todo lo que tengo. 
Somos uno, pero no somos lo mismo. 
Bien, nos herimos el uno al otro, una y otra vez.

Creo que las dudas se nos aclaran y se va apareciendo ante nosotros la típica imagen de un padre y un hijo discutiendo sobre el pasado y sobre el presente y defendiendo el derecho particular del futuro, pero, claro, un padre y un hijo que han vivido una situación especial, llena de vacíos, de silencios, de actitudes equívocas, etc., que ahora salen como proyectiles lanzados contra el otro con la intención de derrotar, de humillar, de hacer daño…

You say love is a temple, love a higher law.
Love is a temple, love the higher law.
You ask me to enter, but then you make me crawl
and I can't be holding on to what you got, when all you got is hurt.
Tú dices que el amor es un templo, el amor una ley superior. 
El amor un templo, el amor la ley superior. 
Me pides que entre, pero luego haces que me arrastre 
y yo no puedo agarrarme a lo que tienes, cuando todo lo que tú tienes es dolor.

Y aquí le sale toda la amargura al hijo, todos los reproches que lleva guardados… Pero ahora me surge otra duda: ¿podría estar expresando una duda de fe?… “el amor es un templo, dice, una ley superior, pero cuando me pides que entre, haces que me arrastre” …Duras palabras… “no puedo agarrarme a lo que tienes porque todo lo que tienes es dolor” …

One love, one blood, one life, you got to do what you should.
One life with each other: sisters, brothers.
One life, but we're not the same.
We get to carry each other, carry each other.
One, one.
Un amor, una sangre, una vida, tienes que hacer lo que debes. 
Una vida con los otros: hermanas, hermanos. 
Tenemos la oportunidad de llevarnos unos a otros, llevarnos unos a otros.
Una vida, pero no somos lo mismo. 
Uno, uno.

En cambio, en esta última estrofa aparece de nuevo el tono reflexivo y da la sensación de dirigirse más a un ser superior, a un destino, parece como el lamento de una frustración, la imagen de un vacío… El grito sobre un mundo que no es amable, en el que reina el dolor, la tristeza, la injusticia…

Es realmente una letra confusa y desconcertante, en la que pueden caber diferentes puntos de vista, por supuesto, pero la cual es así premeditada y nunca, ni su autor ni los compañeros, han querido desentrañar su significado.

U2 tocó esta canción por primera vez en vivo el 29 de febrero de 1992 en Florida. Al año siguiente se formó una superbanda especial formada por el grupo R.E.M., y dos componentes de U2, Larry Mullen y Adam Clayton, llamada Automatic Baby quienes interpretaron “One” en un concierto de la MTV ante el presidente de los Estados Unidos  Bill Clinton:

Una de las últimas versiones de la canción fue la realizada por U2 junto a Mary J. Blige, que posteriormente fue tocada en los Grammys del 2006, y que apareció en el álbum de esa cantante, The Breakthrough.

Pero quiero cerrar este artículo con una última versión especial, la de Johnny Cash, el famoso cantante country norteamericano, quien a la edad de 69 años la incluyó en su trabajo definitivo, allá por el año 2001, donde parece darnos, en parte, la razón a nuestro anterior comentario, aunque da la sensación de querer ir mucho más lejos…

Brines, Francisco

Francisco Brines fue un poeta español que perteneció al grupo poético de los años 50, junto con otros autores como Jaime Gil de Biedma, José Ángel Valente o Ángel González. Su obra se caracteriza por una profunda reflexión sobre el tiempo, la vida, el amor y la muerte, con un tono elegíaco y una gran sensibilidad lírica. Algunos de sus libros más destacados son Las brasas (1960), Palabras en la oscuridad (1966), El otoño de las rosas (1986) o La última costa (1995). Recibió numerosos premios y reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Poesía, el Premio Nacional de las Letras Españolas, el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Premio Miguel de Cervantes, que le fue entregado por los reyes de España en su casa de Oliva, poco antes de su fallecimiento el 20 de mayo de 2021.

María Emilia cornejo, la muchacha mala

 “Nací en Lima hace 21 años. Vivo en Lima y cuando salgo siempre vuelvo a ella. Escribo desde temprana edad, con breves y largas interrupciones. A mi estancia en tierras mexicanas debo el haber empezado a escribir más o menos disciplinadamente. Actualmente trabajo y trato de estudiar un poco en la universidad, aunque sé que terminaré siendo siempre autodidacta”.

María Emilia Cornejo,
octubre 1970, 
en su único recital 
Ciudad Universitaria de Lima.

María Emilia Cornejo fue mujer de vida corta y poetisa de un solo libro, pero un alma de desesperación inmensa y soledad de las que alargan el camino. En septiembre de 1972, a la primaveral edad de 23 años, cuando muchas todavía no han levantado el vuelo, ella decidió que su esperanza ya era vieja y paró de andar cortando la senda con una sobredosis de lo que recetan los médicos. Peruana de raíces y corazón, realizó estudios irregulares de Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, allí abrió a unos pocos la vena poética que tenía escondida para la mayoría y desangró sus coágulos de inspiración en un taller de poesía dirigido por Hildebrando Pérez junto con el poeta Marco Martos. Sus primeros frutos aparecieron en 1970, en la revista Gesta y tras su marcha, vieron la luz sus tres retoños más destacados, aunque también los más polémicos, en una revista, que como su vida, sólo duró un relámpago, Eros, dirigida por Isaac Rupay. Cuando murió, estaba casada con Oswaldo Márquez, de quien cogió su seudónimo, María Márquez, ¿o tal vez fuera del apellido de su madre, curiosamente el mismo?… y su semilla para realizar su mayor ilusión: tener un hijo, el cual, tras tres meses de embarazo, se adelantó a su madre en el tránsito a la eternidad y la hundió en la depresión y el desconsuelo.

Dicen que era una mujer tierna, amable y simpática, de conversación amena e inteligente cuando se tenía el privilegio de llegar a ella, pero a su alrededor siempre había un aura como de misterio, silencio y oscuridad que no daba demasiadas esperanzas para la confianza. Sin embargo, con frecuencia la invadía el abatimiento y a veces la angustia marcaba surcos en su joven rostro. Su vacío existencial, tan pregonado por los poetas de esa época, fieles seguidores de la filosofía existencialista de Sartre, era acallado por la voz eufórica del alcohol y el sopor de las fiestas entre “amigos” … eran los años sesenta y el mundo se debatía en una crisis de identidad…

Pero lo que nadie puede rebatir, a pesar de lo que pretendan los voceros de José Rosas Ribeyro y Elqui Burgos, es que ella desnudó la voz femenina, no sólo de Perú, sino de todo el planeta, al presentar sus sentimientos sin más, tal como eran, vírgenes, puros, espontáneos, en una poesía a la que se le dio el calificativo de “erótica”, pero que, en realidad, es simplemente natural, donde los tabúes reivindican su lugar y se excluyen los eufemismos afectados y manidos. Ella, mujer, sobre todo, supero el pudor heredado para encontrar su propia voz y lanzar el grito del ahogo existencial surgido de la guerra contradictoria entre los sentimientos íntimos, las vivencias de los sentidos y la sumisión cultural y despótica al hombre como mujer objeto. Por eso mismo, Cornejo también se atreve a poner sus palabras al servicio de los problemas sociales de su época, que son los de siempre…

Su trabajo poético consta de 31 poemas divididos en cinco secuencias y fueron recopilados por su antiguo profesor, Hildebrando Pérez, y editados por el Movimiento Flora Tristán en un libro póstumo titulado “En la mitad del camino recorrido” que se publicó 16 años después de la muerte de María Emilia Cornejo. Su poesía se divide en dos grandes bloques: el amoroso y el social. El primero se caracteriza por su atmósfera intimista, donde es la mujer la que expresa sus experiencias amorosas y eróticas con un lenguaje directo, sin circunloquios ni tapujos, pero impregnadas del líquido viscoso de la desolación, de la angustia y la contradicción entre la afirmación y la negación de los sentidos del cuerpo. El segundo es más sencillo y en él se hace eco de los deseos de un pueblo siempre oprimido, siempre explotado y nunca libre ni satisfecho. En ambos aparece su forma desenfadada de construir la poesía, sin estructuras ni cadenas constructivas que limiten la palabra que brota directamente del interior.

Los únicos poemas publicados en vida, bajo el seudónimo de María Márquez, aparecieron en una revista titulada Gesta que se editó al concluir el taller de poesía que se realizó en la universidad donde estudiaba y que recopilaba los trabajos de los alumnos asistentes al mismo. Estos cuatro poemas corresponden al bloque social de la autora y no aparecen en su libro, tal vez sean, como dicen algunos críticos, los más sencillos y simplistas de su creación. El primero, “Soy / micaela catary”, es una reivindicación de su identidad como mujer social, como heroína, ya que se alude a Túpac Catari, cuyo nombre real era Julián Apaza, el líder del pueblo aymara que reveló contra las autoridades coloniales españolas y que sacó su nombre de guerra de dos líderes anteriores: Túpac Amaro y los hermanos Catari; así mismo, su esposa se llamaba Bartolina Sisa, heroína nacional de Bolivia, pero nuestra poetisa realiza un juego de palabras y, al igual que el esposo, le da un nombre compuesto: Micaela, por la mujer de Túpac Amaro, y Catari, por los hermanos. Sin embargo, en el segundo poema no habla de líderes y heroínas y sí que alude directamente al concepto pueblo:

mi pueblo no es 
un mapa de veinticuatro colores 
quiero decir 
una selva verde 
una costa blanca 
una sierra ocre; 
y digo 
mi pueblo no es 
un mendigo en su banco de oro 
ni un paraíso perdido; 
mi pueblo 
mi pueblo sufre 
y es gente dividida en colores, 
mendigos y explotadores. 

Los dos últimos están dirigidos a un ser querido, que puede ser una persona o su pueblo mismo, pero no se agrupan en la poesía amorosa porque no tiene el mismo tipo de lenguaje ni de intención: (Eres como un árbol / que da sombra, / que protege) y (Eres el alba / que busco con afán).

Para hablar de los poemas amorosos comenzaremos por el final, la quinta secuencia, donde aparecen, junto al dedicado a su hermana gemela Aida María, los tres más famosos de su creación y los causantes de una polémica que ha generado ríos de tinta en los mentideros intelectuales iberoamericanos y mundiales. Estos tres poemas aparecieron en la revista Eros un año antes de ser editado el libro y son bastante diferentes en concreción y arquitectura al resto de la obra, por lo que se consideraban el fruto de una madurez creadora de la autora. Sin embargo, unos años después, el poeta José Rosas Ribeyro declaró:

«Soy la muchacha mala de la historia», «Como tú lo estableciste» y «Tímida y avergonzada» son el resultado de un trabajo de montaje y construcción que en 1973 hicimos al alimón Elqui Burgos y yo en base a los textos que nos alcanzó Hildebrando Pérez un año después de la muerte de María Emilia Cornejo. En aquel momento, mientras nos pusimos a trabajar sobre los textos originales, no nos podíamos imaginar que los poemas resultantes iban a cobrar la importancia que hoy tienen. Alentados por Hildebrando Pérez, Elqui Burgos y yo utilizamos el mundo desgarrado, angustiado, autodestructivo y muy personal que se percibía en los apuntes desordenados, «dislocados» de María Emilia Cornejo para construir tres poemas que queríamos «redondos». Al margen del taller de poesía de San Marcos, al que yo no asistía, pero Elqui sí, era nuestra forma de recordar, homenajear, a una muchacha que habíamos visto pasar entre nosotros como un pájaro que vuela con las alas quemadas y cuyo suicidio nos había dolido profundamente. Era nuestra manera de luchar contra el olvido, de comulgar con ella más allá de la muerte. Y era también un juego que Elqui y yo asumimos con el espíritu irreverente con que un anónimo poeta peruano había creado poco antes a una supuesta poetisa ecuatoriana.

¿Son ciertas estas declaraciones?… ¿Están enfocadas hacia la destrucción de un mito y el aprovecharse de un éxito por parte de las personas que recopilaron y editaron la obra de la poetisa?… En cualquier caso las ideas son las suyas y ella ya no está para defenderse… La verdad es que en los poemas anteriores la mujer es sumisa, monogámica, resignada:

me encontraste en la mitad de todos mis caminos
y avanzaste lentamente hasta inundar
todos los rincones de mi vida.
ahora,
soy la mujer que sigue
sigilosamente
tus pasos
la que aguarda en cada esquina tu llegada,
soy la mujer incondicional
que nada pide a cambio
la que siempre te recibe
y te abre las piernas sin chistar.
soy la mujer,
tu mujer,
que guarda tus más gratos recuerdos;
la que nunca olvidará tu nombre
soy la mujer que conservará como un tesoro
todos tus orgasmos
tu desesperada forma de amarme.
soy la mujer,
tu mujer,
y te amaré
hasta entregarte toda mi piel.

Lo que contrasta con la mujer rebelde, la que le planta cara al machismo y es capaz de confesar con descaro su adulterio, una voz cortante y segura… Leamos los tres famosos poemas:

SOY LA MUCHACHA MALA DE LA HISTORIA
 
soy
la muchacha mala de la historia,
la que fornicó con tres hombres
y le sacó cuernos a su marido.
soy la mujer
que lo engañó cotidianamente
por un miserable plato de lentejas,
la que le quitó lentamente su ropaje de bondad
hasta convertirlo en una piedra
negra y estéril, 
soy la mujer que lo castró 
con infinitos gestos de ternura
y gemidos falsos en la cama.
soy
la muchacha mala de la historia.
COMO TÚ LO ESTABLECISTE
 
sola,
descubro que mi vida transcurrió perfectamente
como tú lo estableciste.
ahora
cuando la sensación de algo inacabado,
inacabado y ajeno
invade de escrúpulos mis buenas intenciones,
sólo ahora
cuando me siento en la mitad de todos mis caminos
atada a frases hechas
a cosas que se hacen por haberlas aprendido
como se aprende una lección de historia,
puedo pensar
que de nada sirvieron los consejos
ni las interminables conversaciones con tu madre,
y esas largas horas de mi vida
perdidas
en aprendizajes extraños
sobre pesas y medidas,
colores
y
sabores
y
en el vano intento de ir tras el sol
tras el vuelo de los pájaros,
de repente quiero acabar
con mi baño de todas las mañanas,
con el café pasado,
con mi agenda cuidadosamente estructurada
de citas y visitas
a las que asisto puntualmente;
pero es tarde
hace frío
y estoy sola.
TÍMIDA Y AVERGONZADA
 
tímida y avergonzada
dejé que quitaras lentamente mis vestidos,
desnuda
sin saber qué hacer y muerta de frío
me acomodé entre tus piernas
¿es la primera vez?
preguntaste,
sólo pude llorar.
oí que me decías que todo iba a salir bien
que no me preocupara,
yo recordaba las largas discusiones de mis padres,
el desesperado llanto de mi madre
y su voz diciéndome:
"nunca confíes en los hombres".
Comprendiste mi dolor
y con infinita ternura
cubriste mi cuerpo con tu cuerpo,
tienes que abrir las piernas, murmuraste,
y yo me sentí torpe y desolada.

Aunque cuesta creer que un pensamiento varonil haya podido sugerir estos sentimientos, incluso las imágenes, a no ser, como dice el crítico Paolo de Lima, que se haya introducido el nuevo elemento del travestismo textual… No voy a ser yo quien lo descubra, por lo tanto, leamos y comparemos otros poemas anteriores de la autora:

hubiéramos querido tener en nuestras manos
la eternidad de nuestras vidas
pero sólo nos era permitido
ocupar el cuarto por tres horas.
la vieja cama rechinó hiriendo nuestros oídos,
para entonces ya nada importaba.
con las precauciones del caso
cara - a - cara
intentamos recuperar nuestro destino
y nos amamos desesperadamente.
yo
todavía conservo
una mata de tu pelo entre mis piernas.
envueltos en las sábanas de tu cama, esa cama tuya
cargada de pesares
descubrimos las mil formas del amor;
mis senos como palomas alimentaron tus angustias
y tus pasos se perdían locos en la llanura de mi vientre,
¡oh! fauno enamorado
cabalgabas sobre mí desesperadamente.
tus labios tomaron posesión de mi sexo
y una lluvia de estrellas bañó nuestros cuerpos
y tu semen vino a mí curando todas mis penas.
al final fumamos y nos quejamos del viejo colchón de paja
limpiamos nuestros sexos
hurgamos en viejos poemas la definición de lo nuestro
volvimos a fumar
y las cuatro paredes de tu cuarto se hicieron evidentes
tan claras y evidentes.
yo te dije adiós y tú prometiste llamarme.
después de un lento aprendizaje
puede reconocer sin equivocarme
las formas de tu cuerpo,
besar tiernamente tus mejillas
y saber con exactitud
las dimensiones de tu falo.
ahora, cada encuentro se convierte
en el hecho cotidiano de besarse
meternos en la cama y repetir
los movimientos del amor.
tu cuerpo se estremece a cada orgasmo,
yo te pido más
y en la necesidad de recuperarte
mis labios exploran tu pubis,
para entonces
cansado y sudoroso.
mis senos abrigan tu sueño.

Saquen ustedes sus propias conclusiones… Pero todavía en el año 2008, José Rosas Ribeyro sigue empeñado en destrozar el mito en una entrevista concedida a Francisco Izquierdo Quea, quien había intentado antes, sin fortuna, sacar alguna declaración a Elqui Burgos; aquí acompaño un fragmento de la entrevista:

 «A tu juicio, ¿Cornejo fue o no poeta?»: «No. Ella era una chica que empezaba a escribir. En sus cuadernos y en hojas sueltas apuntaba cosas acerca de sus malestares existenciales, su vida conyugal, su compromiso social de estudiante católica. La cuestión es simple: sin esos tres poemas ella no existiría hoy como poeta reconocida».

«Eso suena muy categórico…»: «A María Emilia le faltó tiempo para escribir. Quizá hubiera llegado a ser una poeta interesante. Sin embargo, los textos que escribió, los que quedaron tal como ella los hizo, son por lo general poemas sociales bastante mediocres, ingenuos. Las cosas que decía las decía sin tener una verdadera conciencia de estar haciendo poesía». 

«¿María Emilia Cornejo es José Rosas y Elqui Burgos?»: «En parte sí. Digamos que vamos a medias, 50 y 50. María Emilia dijo en el fondo lo que sentía, lo que pensaba. Todo eso lo escribió en muchas hojas de sus cuadernos. Ya luego nosotros compusimos los tres poemas que todos conocen».

En el fondo, María Emilia Cornejo, era una joven torturada por sus depresiones, su desamparo, su vacío, que aparecen a lo largo de toda su obra, pero, sobre todo, en esos poemas existenciales donde no habla de amor sino de soledad:

siempre supe que te encontraría
en alguna vieja calle de Lima.
desde entonces
preparo cuidadosamente nuestro encuentro.
debí seguir tus consejos,
no leer más a Kafka
ni frecuentar esos cafés
que tú sí frecuentas;
pero es tarde
hace frío
y estoy sola.
la soledad abrumadora de mis días
se acrecienta en mis oídos
hasta hacerlos estallar,
ya nadie respeta mis decisiones;
soy la hija extravagante y loca
que hay que rescatar.
entonces
cada palabra mía se convierte
en un grito desgarrador
sin eco y sin respuesta.
he vuelto al camino de la soledad
al camino de la transparencia y la limpieza
he vuelto a los lugares inéditos
donde miedos milenarios pugnan por salir.
he vuelto
yo lo sé,
a la angustia de una noche que se acaba,
al poema terminado,
al silencio,
a mi vida.
de día
mi cuarto es primavera
de flores y rosas
y
cuando llega la noche
es aquel viejo reloj
cansado y sin horas
que espera,
y simplemente espera
al tiempo
que viene en mi contra.
es sólo el tiempo
que viene en mi contra
y no me deja morir
porque
ya no
ya no le temo a la muerte
pues
sentado junto a ella
hoy
ya no tengo
la culpa
de
sentirme sola.

Cuando murió, Cornejo estaba trabajando en su libro, el cual quedó inconcluso…

En la presentación del libro “En la mitad del camino recorrido”, Mariela Sala dejó esta semblanza de la poetisa:

“En ella, vida y obra fueron una, y su muerte, por lo mismo, fue un acto poético mediante el cual permanecerá siempre entre nosotras como la adolescente, la contestataria, la que se atrevió a develar una verdad y lo hizo, para decirlo con sus propias palabras, “como una piedra que cae” y que deja para siempre sus ondas en el agua”.

The rose, de Amanda McBroom

Pido disculpas si me he dejado llevar por el sentimentalismo… y no me refiero al hecho de aprovechar la situación temporal como una afectación fácil y trasnochada, no, esto no tiene nada que ver con febrero y menos con San Valentín, pero sí con el otro artículo que colgué hace unos pocos días, el dedicado a Janis Joplin… Sí, me he dejado llevar, pero no lo he querido evitar…

“La Rosa” (The Rose) es una canción escrita por la cantautora norteamericana Amanda McBroom, hija del actor David Bruce, que se hizo famosa por ser el tema principal de la película del mismo nombre y cuyo argumento está basado en la vida de Janis Joplin, por lo tanto, trata de la historia de una auto-destructiva estrella del rock de los años sesenta, a la cual interpretó la actriz y cantante Bette Midler. El film, en un principio, iba a titularse “La Perla” (The Pearl), como el último disco de la malograda artista, pero su familia se negó y no permitió a los productores que utilizasen los derechos de su historia. La película fue nominada para cuatro Óscar y la canción fue un gran éxito en la década de los ochenta. Esta es la única relación que tiene con Janis Joplin, aunque curiosamente, todavía hay mucha gente que le adjudica la autoría de la misma a ella, sin embargo, Janis murió en 1970, siete años antes de que la canción fuera compuesta.

La misma autora, Amanda McBroom, explicó como se generó este tema:

“La gente a menudo me pregunta qué me inspiró a escribir La Rosa. Esta es la historia: 

Yo estaba conduciendo por la autopista una tarde, en algún momento en 1977. 

Estaba escuchando una canción en la radio, se trataba de "Magdalena" de Danny O'Keefe, cantada por Leo Sayer. Me gustó de inmediato. Mi frase favorita fue "Tu amor es como una navaja de afeitar. Mi corazón es una cicatriz." Yo pensé, "Oh, me encanta esa letra." 

A medida que continuaba por el camino me vino la idea. No estoy de acuerdo con ese sentimiento. No creo que el amor sea como una navaja de afeitar. (Yo era más joven entonces.) ¿Cómo es, pues, el amor? De repente, fue como si alguien hubiera abierto una ventana en la parte superior de mi cabeza. Las palabras comenzaron a llegar. Tuve que seguir recitándolas mientras conducía cada vez más rápido hacia mi casa, y las repetía y las repetía para no olvidarlas. Llegué al camino de entrada, corrí hacia la casa, dejándola pasar desconcertados perros, gatos y maridos, y me senté en el piano. Diez minutos más tarde, “La rosa” estaba allí. 

Llamé a mi esposo, George, y se la interpreté, como siempre lo hacía con mis nuevas canciones. Él escuchó y tranquilamente me dijo: "Simplemente has escrito algo modélico." Yo protesté y dije que nadie más que mis amigos lo oirían jamás. (Esto fue mucho antes de que yo hubiera registrado nada). Él dijo: "Recuerda mis palabras, algo va a pasar con esta canción." 

Un año más tarde, un gran compositor joven llamado Michele Brourman, que se convirtió en mi principal colaborador musical y mi mejor amigo, dijo: "Escucha. Están acabando una película que se va a llamar "La Rosa". Buscan una canción con ese título. ¿Quieres presentar esto a ellos?" Yo nunca había pensado realmente en presentar esta canción a nadie. No me consideraba una escritora de canciones en aquel momento. Así que le dije: "Claro." Originalmente, la película había sido llamada “La Perla”, que era el apodo de Janis Joplin. Pero su familia negó el permiso para usar ese nombre. Por suerte para mí. "La Perla" es mucho más difícil de rimar. 

Presenté la melodía de los productores, quienes la despreciaron. Ellos pensaron que era aburrida y que no tenía que ver nada con el rock and roll. La pusieron en la caja de rechazos. Pero el divino Paul Rothchild, que era el supervisor musical de la película y había sido productor de Janis Joplin, la rescató y les pidió que lo reconsideraran. De nuevo volvieron a decir que no. Así que él se la envió a Bette. A ella le gustó y la introdujo en la película y mi vida cambió para siempre. 

Nunca mas he escrito otra canción tan rápido. Me gusta pensar que yo era la ventana que estaba abierta cuando esos pensamientos necesitaban salir adelante. Estoy eternamente agradecido a Bette ... .. . a Paul Rothchild ... a Bill Kerby, quien escribió el guión ... a mi amigo que la presentó por primera vez por mí ... y al Universo por hablarme en primer lugar y por mostrarme lo que yo realmente creo.

“The Rose”dice así:

Some say love it is a river // that drowns the tender reed. // Some say love it is a razor  // that leaves your soul to bleed. // Some say love it is a hunger,  // an endless aching need. // I say love it is a flower, // and you its only seed. // It’s the heart afraid of breaking // that never learns to dance. // It’s the dream afraid of waking // that never takes the chance. // It’s the one who won’t be taking, // who cannot seem to give. // And the soul afraid of dying // that never learns to live. // When the night has been too lonely // and the road has been too long, // and you think that love is only // for the lucky and the strong, // just remember, in the winter, // just beneath the bitter snow // lies a seed that with the sun’s love // in the spring becomes the rose.

Es una letra de esperanza, la que nunca tuvo Janis, de horizontes y de sueños por realizar… porque el amor, que todo lo arrasa, también es cálido y da vida… sólo hay que saber arriesgarse… Es una canción repleta de paz y sosiego, de la que muchos piensan alejada del estilo de aquella mujer a la que llegó a representar, pero podemos dudarlo, porque Janis todo lo interpretaba desde su alma y con el alma, aunque su espíritu confuso y errante surgiera tal como era en su voz, torturada y atormentada…

Dicen que el amor es como un río
que ahoga a los juncos jóvenes.
Dicen que el amor es como una cuchilla
que deja tu alma sangrando.
Dicen que el amor es como el hambre,
una interminable y dolorosa necesidad.
Yo digo que el amor es como una flor
y tú eres su única semilla.
El corazón que teme romperse,
nunca aprende a bailar.
El sueño que teme despertarse,
nunca aprovecha la oportunidad.
Es aquel que no querrá nadie,
que será incapaz de ofrecerse.
Y el alma temerosa de morir,
nunca aprende a vivir.
Cuando la noche ha sido tan solitaria
y el camino ha sido tan largo,
y tú piensas que el amor es sólo
para los afortunados y los fuertes,
entonces recuerda, que en invierno,
justo debajo de la fría nieve,
yace una semilla que, con el amor del sol,
en primavera se convertirá en la rosa.
 

La primera versión, la que abre el artículo, es la más conocida, la de Bette Midler y fue la oficial de la película y con la que se dio a conocer mundialmente, pero ahora me gustaría que escuchaseis la interpretada por la misma autora, Amanda McBroom, que nos recuerda un poco al estilo country y a la voz de Joan Baez, como podréis comprobar seguidamente:

Tal vez la voz que más se acercará a la personal de Janis Joplin fuera la de Bonnie Tyler, por lo desgarrada, aunque en esta versión está bastante comedida…

Conway Twitty llevó este tema hasta el numero uno de las listas americanas en 1983…

Y para la gente que ama el estilo más pastosillo, también está la versión del grupo irlandés Westlife, para que luego digan que aquella isla sólo saca gente como U2,Van Morrison, The Corrs, The Cranberries, Bob Geldof o Gary Moore, ¡qué va!… disfrútenla…

Espanca, Florbela

Florbela Espanca es una escritora y poeta portuguesa considerada como una de las precursoras del movimiento feminista en Portugal. Nació el 8 de diciembre de 1894 y murió 36 años después justo el mismo día de su cumpleaños. Su poesía trata del amor, el erotismo, la saudade, el sufrimiento, la soledad y la muerte. Su estilo poético no se encuadra en ningún movimiento literario concreto, aunque algunos críticos la han comparado con Rosalía de Castro. Fue una mujer adelantada a su tiempo, que rompió algunas barreras de la sociedad portuguesa de principios del siglo XX al ser, por ejemplo, una de las primeras en asistir al curso secundario en un liceo masculino, en divorciarse dos veces y en casarse con un hombre de otra raza. Su poesía refleja su rebeldía, su sensualidad, su deseo de libertad y su amor por la vida. Aunque no se consideraba feminista ni militaba en ningún movimiento social, Florbela inspiró a muchas mujeres con su ejemplo y su obra. Su poesía es una expresión de la voz femenina que se atreve a decir lo que siente y lo que piensa, sin miedo al juicio ni a la censura. Sus obras más importantes son: Livro de Mágoas (1919): Su primera obra publicada, donde expresa su dolor por la pérdida de su padre y su primer marido. Es una colección de 88 sonetos que reflejan su angustia existencial y su búsqueda de la felicidad. Livro de Sóror Saudade (1923): Su segunda obra publicada, donde adopta el seudónimo de Sóror Saudade, una monja imaginaria que vive en un convento de clausura. Es una obra más madura y refinada que la anterior, donde explora temas como el erotismo, la religión y la soledad. Charneca em Flor (1931): Su obra maestra, publicada póstumamente. Es una colección de 88 sonetos que muestran su evolución poética y personal. En esta obra, Florbela se libera de las convenciones sociales y literarias y expresa su sensualidad, su rebeldía, su deseo de libertad y su amor por la vida.

Nota: La saudade es una palabra portuguesa que no tiene una traducción exacta a otros idiomas. Es un sentimiento complejo y profundo que expresa el anhelo de algo o alguien que se ama y se extraña, pero que quizás no se pueda volver a tener. La saudade implica tristeza, pero también amor, deseo y alegría nostálgicos. Es un bien que se padece y un mal que se disfruta. Es algo diferente de la morriña, que se refiere a la nostalgia de la tierra natal. La saudade es más trascendental y ambigua, y abarca otros temas como el erotismo, la religión, la soledad y la muerte.

Gloria, de Patti Smith

La canción “Gloria” es una versión de la canción original del mismo nombre de la banda irlandesa Them, liderada por Van Morrison. Patti Smith le dio un toque personal y poético a la letra, añadiendo una introducción en la que declara su independencia y rebeldía frente a las normas religiosas y sociales. La canción forma parte de su álbum debut Horses, lanzado en 1975, y es considerada una de las obras maestras del rock and roll.

La letra de la canción está escrita en primera persona, y narra la atracción y el deseo que siente la narradora por una chica llamada Gloria, a la que conoce en una fiesta. La canción tiene un ritmo frenético y apasionado, y combina elementos del blues, el garage rock y el punk. La canción también hace referencia al reloj de la torre, que marca la medianoche, como un símbolo del tiempo y el destino.

La versión original de Van Morrison publicada en el álbum The Angry Young Them en 1964, y también como la cara B del sencillo ‘Baby, Please Don’t Go’, decía así:

Like I tell you about now my baby?
You know she comes around
About five feet four
I felt my head to the ground
She come 'round here
She come 'round 'bout midnight
Make me feel so good
Make me feel alright
And her name is
G... L... O... R... I... A
…
I'am gonna shout it all night
I'am gonna shout it every day
Yea, yea, yeaah
She come around here
Just about midnight
She make me feel so good
I wanna say she make me feel alright
Walking down my street
Come to my room
Knock upon my door
Then she come to my room
Makes me
…
Makes me feel
Baby, baby, baby
…
G-L-O-R-I-A (Gloria)
…
I'm gonna shout all night (Gloria)
I'm gonna shout every day (Gloria)
Ye yye yee (Gloria)
And that's alright
…
Gon' be, gon' be, gon be
Gonna be, gonna be, gonna be
Gonna be alright
Gon' be

El significado de la canción escrita por Van Morrison es el de expresar su pasión y su deseo por una chica llamada Gloria, a la que conoce en una fiesta. La canción es una declaración de amor adolescente, que usa el nombre de Gloria como un estribillo y un juego de palabras con el significado latino de gloria, que es fama o alabanza. La canción también refleja la influencia del blues y del rhythm and blues en el estilo musical de Van Morrison, que se inspiró en artistas como Howlin’ Wolf y John Lee Hooker. La canción tiene una estructura simple, basada en tres acordes, que la hace fácil de tocar y de versionar por otras bandas. La canción se convirtió en un clásico del garaje rock y del rock and roll, y ha sido considerada como una de las mejores canciones de todos los tiempos por varias revistas y medios especializados.

“Gloria” ha tenido muchas versiones a lo largo de los años, tanto en inglés como en otros idiomas. Algunas de las más conocidas son las siguientes:

La versión de The Doors, una banda de rock estadounidense que tocó la canción en varias presentaciones en vivo, con una letra más explícita y sexual que la original. Su versión fue incluida en el álbum Alive, She Cried en 1983, y también tuvo un video musical que fue censurado por su contenido.

Y la versión de Patti Smith, la cantante y poeta estadounidense que hizo una versión de la canción en su álbum debut Horses en 1975. Su versión añadió una introducción poética y personal a la letra, y expresó su rebeldía frente a las normas religiosas y sociales. Su versión es considerada una obra maestra del rock and roll. Veámosla:

Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos
perdida en un caldero de ladrones
tengo un comodín en la manga
impenetrable corazón de piedra
mis pecados son míos
me pertenecen a mí, a mí
la gente me dice “¡ten cuidado!”
pero no me importa
sus palabras son tan sólo
más normas y reglamentos para mí, para mí
Entro en una habitación, y me ves por allí con un aspecto tan imponente
me muevo en este ambiente, donde se puede hacer de todo
pero en esta fiesta únicamente me aburro
hasta que me asomo a la ventana, y veo esa cosa tan dulce y joven
montando en el parquímetro, apoyada en el parquímetro
pero que buena está, que bonita es
y tengo esa loca sensación que luego la voy a hacer mía
la voy a hechizar
aquí viene
bajando por la calle
aquí viene
atravesando mi puerta
aquí viene
subiendo lentamente por mi escalera
aquí viene
avanzando tan fresca por el pasillo
con su precioso vestido rojo
y que buena está, que bonita es
y tengo esa loca sensación que la voy a hacer mía
y entonces alguien llama a mi puerta
está llamando a mi puerta
y miro hacia arriba al gran reloj de la torre
y digo “¡OH dios mío es medianoche!”
y la niña entra por mi puerta
se apoya en el sofá, me susurra y decido lanzarme
y estuvo tan bien, y estuvo tan estupenda
voy a contarle al mundo que ahora es mía
y la dije, cariño, dime tu nombre, y me dijo su nombre
me susurró, y me dijo su nombre
y su nombre es, su nombre es, su nombre es, su nombre es G-L-O-R-I-A
G-L-O-R-I-A Gloria G-L-O-R-I-A Gloria
G-L-O-R-I-A Gloria G-L-O-R-I-A Gloria
Estaba en el estadio
Había veinte mil chicas gritándome sus nombres
Marie y Ruth pero para decirte la verdad
No las oí, No las vi
Dejé que mi mirada se elevara hacia el gran reloj de la torre
y oí esas campanadas doblando en mi corazón
going ding dong ding dong ding dong ding dong.
ding dong ding dong ding dong ding dong
contando las horas, y luego viniste a mi cuarto
y me susurraste y nos lanzamos
y estuviste tan bien, estuviste tan estupenda
y tengo que contarle al mundo que es mía, es mía
es mía, es mía, es mía, es mía
G-L-O-R-I-A Gloria G-L-O-R-I-A Gloria G-L-O-R-I-A Gloria,
G-L-O-R-I-A Gloria
y las campanas de la torre repican “din-dan, din don”
están cantando “Jesús murió por los pecados de alguien, pero no los míos.”
Jesus died for somebody's sins but not mine
Meltin' in a pot of thieves
Wild card up my sleeve
Thick heart of stone
My sins' my own
They belong to me, me
People say "beware!"
But I don't care
The words are just
Rules and regulations to me, me
I-I walk in a room, you know I look so proud
I'm movin' in this here atmosphere, well, anything's allowed
And I go to this here party and I just get bored
Until I look out the window, see a sweet young thing
Humpin' on the parking meter, leanin' on the parking meter
Oh, she looks so good, oh, she looks so fine
And I got this crazy feeling and then I'm gonna ah-ah make her mine
Ooh I'll put my spell on her
Here she comes
Walkin' down the street
Here she comes
Comin' through my door
Here she comes
Crawlin' up my stair
Here she comes
Waltzin' through the hall
In a pretty red dress
And oh, she looks so good, oh, she looks so fine
And I got this crazy feeling that I'm gonna ah-ah make her mine
And then I hear this knockin' on my door
Hear this knockin' on my door
And I look up into the big tower clock
And say, "oh my God here's midnight!"
And my baby is walkin' through the door
Leanin' on my couch she whispers to me and I take the big plunge
And oh, she was so good and oh, she was so fine
And I'm gonna tell the world that I just ah-ah made her mine
And I said darling, tell me your name, she told me her name
She whispered to me, she told me her name
And her name is, and her name is, and her name is, and her name is G-L-O-R-I-A
G-L-O-R-I-A Gloria G-L-O-R-I-A Gloria
…
I was at the stadium
There were twenty thousand girls called their names out to me
Marie and Ruth but to tell you the truth
I didn't hear them I didn't see
I let my eyes rise to the big tower clock
And I heard those bells chimin' in my heart
Going ding dong ding dong ding dong ding dong
Ding dong ding dong ding dong ding dong
Counting the time, then you came to my room
And you whispered to me and we took the big plunge
And oh. you were so good, oh, you were so fine
And I gotta tell the world that I make her mine make her mine
Make her mine make her mine make her mine make her mine
G-L-O-R-I-A Gloria G-L-O-R-I-A Gloria
…
And the tower bells chime, "ding dong" they chime
They're singing, "Jesus died for somebody's sins but not mine."
Gloria G-L-O-R-I-A Gloria G-L-O-R-I-A Gloria G-L-O-R-I-A
…

Benítez Reyes, Felipe

Felipe Benítez Reyes es un poeta, novelista y ensayista español nacido en Rota, Cádiz, el 25 de febrero de 1960. Es considerado uno de los escritores más destacados de su generación. Estudió Filología Hispánica en la Universidad de Sevilla y posteriormente se trasladó a Madrid, donde trabajó como profesor de literatura en la Universidad Autónoma. Además, ha colaborado en diversos medios de comunicación, como el diario ABC.

En su obra poética, Felipe Benítez Reyes se caracteriza por su estilo lírico y reflexivo, en el que aborda temas como el amor, la soledad, la muerte y la existencia humana. Sus poemas se destacan por su musicalidad y su cuidado lenguaje. Entre sus obras más destacadas se encuentran “Vidas improbables” (1995), “El equipaje abierto” (1996), “El novio del mundo” (1997), “El azar y viceversa” (2001) y “El pensamiento extranjero” (2016).

Además de su labor como poeta, Benítez Reyes ha incursionado en la narrativa con novelas como “Mercado de espejismos” (1995) y “El abrecartas” (2007), que le han valido reconocimientos y premios literarios. En 1999, recibió el Premio Nacional de Poesía por su obra “Vidas improbables”. Su obra ha sido traducida a varios idiomas y ha sido objeto de estudio y análisis por parte de la crítica literaria.

En resumen, Felipe Benítez Reyes es un destacado poeta y escritor español cuya obra se caracteriza por su estilo lírico y reflexivo. Su contribución a la literatura española ha sido reconocida con numerosos premios y su obra continúa siendo valorada y estudiada en la actualidad.

Cecilia y sus espejismos

Seguramente, para aquellas personas que hoy disfrutan de su pletórica juventud, el nombre de Cecilia no les dirá mucho, o prácticamente nada, aunque algunas de sus composiciones continúen estando tan frescas como cuando fueron creadas y ciertas versiones de ellas alcancen algún que otro éxito en la actualidad, interpretadas por otras voces, sin embargo, esta mujer, que realmente se llamaba Evangelina Sobredo Galanes, ocupó un lugar predominante en la música española de la década de los setenta y sus letras fueron coreadas por los jóvenes seguidores de aquella época, con idéntica entrega como los fans de hoy lo hacen con sus estrellas mucho más modernas.

Cecilia, nombre adoptado de la canción de Simón & Garfunkel que por aquellos tiempos hacía furor, nació en el seno de una familia acomodada e influyente en la localidad de El Pardo, Madrid, un 11 de octubre de 1948. Hija de un diplomático, ella y sus siete hermanos recibieron una educación esmerada y cosmopolita, pues vivieron en diversos países como Reino Unido, Estados Unidos, Portugal, Argelia o Jordania, por lo que dominaba el inglés igual que el español, defendiéndose bien en otros idiomas, y era conocedora de diversas culturas, lo que le dio ese carácter abierto, libre y rebelde que caracterizaría su obra posterior.

Dicen que una monja norteamericana, profesora de la muchacha en sus años Yankees, fue la impulsora de su carrera musical, no lo podemos asegurar, pero lo que sí sabemos a ciencia cierta es el disgusto que les dio a sus atildados progenitores cuando les informó sobre su decisión de dejar los estudios de Derecho, más acorde a su posición social, para dedicarse al mundo de la farándula… Eso que salimos ganando el resto…

Pero los sobresaltos para una familia tan apegada al régimen del momento no acababan nada más que a empezar, pues la niña les salió contestataria y le dio por escribir canciones con unas letras de bastante calidad poética y muy por encima de lo que en aquellos momentos se hacía en este país de fiesta y pandereta y, no contenta con ello, las rellenó de una carga existencialista y de protesta que no encajaban en nada con lo que su estirpe representaba.

Allá por el año 1970 grabó su primer disco sencillo que, para quienes no los hayan conocido, eran unos pequeños discos de vinilo con sólo dos canciones, una, la que se deseaba lanzar a la fama, por la cara “A”, y otra por la cara “B”, las cuales estaban grabadas a 45 revoluciones por minuto; luego había, entre otros, los LP o larga duración, que podían durar hasta 45 minutos por cada cara y donde se grababan sobre veinte canciones, dependiendo de la duración, a 33 revoluciones. Bueno, pues lo dicho, allá por el año 1970 grabó su primer sencillo junto con Nacho Saez de Tejada, quien luego formaría parte del grupo “Nuestro Pequeño Mundo”, y Julio Seijas, quien se agruparía con “La Compañía”, titulado Expresión y que contenía dos canciones cantadas en inglés: Try catch the sun y Have you ever had a blue day?, las cuales, la verdad, casi nadie recuerda.

Un año después apareció su primer sencillo en solitario, que tampoco tuvo un éxito muy importante, pero que supuso una declaración de lo que iba a ser su estilo, el cual quedaría patente en su primer LP, grabado en 1972, titulado Cecilia y donde entre otras canciones, tanto en español como en inglés, aparecía su primer gran éxito Dama, dama que, curiosamente, apareció como cara “B” del sencillo por miedo a la censura del régimen franquista, y que trataba del espejismo que suponía las apariencias de una mujer, rica, creyente, culta y amante esposa quién, sin embargo, se dejaba llevar por los instintos y engañaba a su marido con un “vividor”. Con ella quería hacer una crítica de la hipocresía de esa burguesía dominante que defendía unas ideas y practicaba otras muy distintas y a la cual ella conocía bien pues se había movido siempre entre sus componentes. Esta canción fue considerada una provocación que no le granjeó muchas amistades entre unos, pero sí sinceras simpatías entre otros:

Puntual cumplidora 
del tercer mandamiento, 
algún desliz inconexo, 
buena madre y esposa 
de educación religiosa.

Y si no fuera por miedo, 
sería la novia en la boda, 
el niño en el bautizo, 
el muerto en el entierro, 
con tal de dejar sello.

Dama, dama, de alta cuna, 
de baja cama, 
señora de su señor, 
amante de un vividor. 

Dama, dama, que hace 
lo que le viene en gana, 
esposa de un señor, 
mujer por un vividor.

Ardiente admiradora 
de un novelista decadente, 
ser pensante y escribiente, 
de algún versal autora, 
aunque ya no estén de moda.

Conversadora brillante 
de cóctel de siete a nueve, 
hoy nieva, mañana llueve, 
quizás pasado truene, 
envuelta en seda y pieles.

Dama, dama… (etc).

Devoradora de esquelas, 
partos y demás dolores, 
emisora de rumores, 
asidua en los sepelios 
de muy negros lutos ellos.

El sábado arte y ensayo, 
el domingo en los caballos 
en los palcos del real, 
los tés de caridad 
jugando a remediar. Es una…

Dama, dama… (etc.).

En el mismo álbum podemos disfrutar de otra canción donde aparece un tema recurrente en la creación de Cecilia: la mujer amante, utilizada, abandonada y sola ante un mundo de sentimientos confusos y encontrados, me refiero a Señor y dueño, la canción preferida de la autora, según sus propias palabras.  En estas letras se describe ese espejismo tan común: el de considerar a la persona que amas mucho mejor de lo que quizá sea en la realidad, la idealización de la persona querida, la ofuscación de nuestra razón rodeada de la niebla del deseo:

Eres como la arena 
que se escapa entre mis dedos, 
te tengo y no te tengo, 
eres casi como un sueño.

Señor y dueño 
de mi alma 
y de mi cuerpo.

Eres como la noche que 
se funde con mi tarde 
y te vas sin un alarde, 
eres mi ensueño.

Señor y dueño 
de mi alma 
y de mi cuerpo.

Eres como la barca 
que en mi puerto atraca 
y al nacer la mañana te marchas, 
eres mi empeño.

Señor y dueño 
de mi alma 
y de mi cuerpo.

Eres como la niebla 
que me envuelve en tu deseo 
me confunde en su misterio, 
yo fui tu leño.

Señor y dueño 
de mi alma 
y de mi cuerpo.

Su segundo LP apareció en 1973 con el título, no demasiado original, para que vamos a engañarnos, de Cecilia 2. La provocación aparece ya en la portada donde una fotografía de Ontañon la mostraba simulando estar embarazada. En esta colección Cecilia nos habla de sus temores, de sus decepciones y nos abre los rincones más íntimos para expresarse de una forma clara y con pocas esperanzas sobre esos temas que le preocupan: la muerte, la soledad, los sueños incumplidos e incluso, sobre España…

El primer espejismo lo encontraremos en una canción bien escrita, con reminiscencias machadianas y que cualquier poeta tendría en bien firmar, Andar, que, quizá, sea la de contenido más positivo de todas. En ella, se busca el horizonte que cada persona quiere encontrar, aunque no dé con el rumbo y se limite a vagar sin orientación ni destino:

Aunque el camino sea estrecho, 
el polvo se pegue al cuerpo, 
aunque los vientos me arrastren, 
sigo mis sendas sin lastre. 

Andar como un vagabundo, 
sin rumbo fijo, sin meta, 
a vueltas de veleta, 
al soplo del viento al azar, 
el caso es andar, 
el caso es andar.

No me pertenece el paisaje, 
voy sin equipaje por la noche larga, 
quiero ser peregrino por los caminos de España, 
quiero ser peregrino por los caminos de España.

No me propongo destino, 
no quito puestos a nadie, 
porque mi puesto es el aire, 
como el olor del buen vino.

Sabiendo que nunca es tarde, 
mi pie siempre en el estribo, 
y cada paso que piso, 
un paso menos que dar, 
el caso es andar, 
el caso es andar.

No me pertenece el paisaje, 
voy sin equipaje por la noche larga, 
quiero ser peregrino por los caminos de España, 
quiero ser peregrino por los caminos de España.

No dejo rastro ni huella, 
por no ser ni soy recuerdo, 
yo paso haciendo silencio 
sin ser esclavo del tiempo.

Por límite el horizonte 
y por frontera la mar, 
por no tener ni tengo norte 
y no sé lo que es llegar, 
el caso es andar, 
el caso es andar.

No me pertenece el paisaje, 
voy sin equipaje por la noche larga, 
quiero ser peregrino por los caminos de España, 
quiero ser peregrino por los caminos de España.

Perteneciente al mismo álbum nos dejó Canción de amor, cuyo título parece una ironía pues más bien habla de todo lo contrario, reapareciendo el tema de la mujer enamorada que espera…

Espero tu paso en mi escalera, 
de siete a nueve, detrás de mi puerta, 
tu paso firme peldaño a peldaño, 
a veces deprisa, a veces despacio.

Quiero tu sombra junto a mi sombra, 
tu peso tibio sobre mi almohada, 
decir en silencio, decir sin palabras, 
tu boca dulce, mi boca amarga.

He visto llegar el alba, 
he visto nacer el sol 
en esta penumbra larga 
de mi habitación.

Siento tu mano sobre mi cara, 
palmo a palmo sobre mi piel, 
entre mi pelo deshilachado, 
desde mis ojos hasta mis pies.

Tuve tu cuerpo junto a mi cuerpo, 
mi cuerpo incierto, el tuyo fugaz. 
Quise llevarte en mis pobres venas, 
tenerte en mi sangre cuando te vas.

He visto llegar el alba,… (etc.)

Pero el tema más polémico y que le causó más preocupaciones fue Un millón de sueños…, puesto que la censura española consideraba que era un alegato contra la Guerra Civil Española y el TOP (Tribunal de Orden Público franquista) consideró que airear esa cifra, de muertos, que curiosamente coincidía con la utilizada por Gironella en su novela editada ese mismo año, era algo peligroso para el régimen, por lo que fue conducida ante la policía y, Cecilia, intentando salir de tal apuro, aseguró que para nada se refería a la guerra española, sino a la Guerra de los Seis Dias de la que fue espectadora vivencial al coincidir con su estancia en Jordania donde su padre era embajador por entonces… Vosotros juzgaréis… Sin embargo, yo pienso que aquí los espejismos se han vuelto fantasmas…

Ahora vivo a costa 
de un millón de muertos, 
(un millón de tumbas, 
un millón de espectros).

Ahora vivo a costa 
de un millón de cuerpos, 
(un millón de sombras, 
un millón de sueños).

¡Cuánta tumba! Ya no hay tierra 
para cavar en ella, 
para dejar sin nombre tanto hombre. 
¿Cuántos nombres en la historia 
son dueños de las glorias...? 
¿Cuántos hombres cuestan las victorias...?

Ahora vivo a costa… (etc.)

¡Cuánta sangre se ha perdido! 
¡Cuánto honor herido 
en estas guerras crueles sin laureles! 
¡Cuánta hambre se ha pasado! 
Hambre por cada lado, 
hambre de paz, hambre de hombre honrado.

Ahora vivo a costa… (etc.)

¡Cuántas lágrimas lloradas 
para lavar las llagas! 
¡Para olvidar los muertos con el tiempo! 
¡Cuántos ojos, cuántas caras! 
¡Cuántas vidas cortadas! 
¡Cuántas ilusiones enterradas!

Ahora vivo a costa… (etc,)

El éxito más rotundo lo consiguió con su tercer álbum: Un ramito de violetas, y no sólo por la canción que le da título, la cual está repleta de ternura y amor, donde un hombre enamorado, pero nada hábil para demostrarlo cara a cara, es capaz de mantener vivo el espejismo de su esposa en forma de ilusión y de ganas vivir, creándole la fantasía de un amante anónimo y oculto que le hace sentirse todavía joven y atractiva. Esta canción fue primero un cuento escrito por la misma Evangelina (Cecilia) en su adolescencia, pero que luego convirtió en un tema intemporal y poético:

Era feliz en su matrimonio 
aunque su marido era el mismo demonio, 
tenía el hombre un poco de mal genio 
y ella se quejaba de que nunca fue tierno. 
Desde hace ya más de tres años 
recibe cartas de un extraño, 
cartas llenas de poesía 
que le han devuelto la alegría.

Quién la escribía versos dime quien era 
quién la mandaba flores por primavera, 
quién cada nueve de noviembre, 
como siempre sin tarjeta, 
la mandaba un ramito de violetas.

A veces sueña y se imagina 
cómo será aquel que tanto la estima, 
sería un hombre más fiel de pelo cano, 
sonrisa abierta y ternura en las manos. 
No sabe quién sufre en silencio, 
quién puede ser su amor secreto 
y vive así de día en día 
con la ilusión de ser querida.

Quien la escribía versos dime era… (etc.)

Y cada tarde al volver su esposo 
cansado del trabajo la mira de reojo, 
no dice nada porque lo sabe todo, 
sabe que es feliz, así de cualquier modo, 
porque él es quién le escribe versos, 
él, su amante, su amor secreto, 
y ella que no sabe nada, 
mira a su marido y luego calla.

Quien la escribía versos dime quien era… (etc.)

Pero este álbum es mucho más. Aparte de recordarnos en algunos momentos a Machado, en otros incluso parece evocar algunos ecos becquerianos, pero, sobre todo, nos habla de las cosas comunes y populares de la España tradicional y sobre las cosas de siempre: el cura cargado de pequeños vicios en Don Roque, el montaje pseudo religioso-festivo-folklórico de La primera comunión, el recuerdo de la ciudad española por excelencia en Sevilla, o el tema redundante de la cantautora, el amor perdido, el amor ausente, en Nuestro cuarto o Tu retrato. Pero sobre todo queda ese himno que dedica a su tierra y a la libertad, en un año, 1975, en el que agonizaba un periodo oscuro de la historia de esta tierra tan acostumbrada a oscuridades, pero tan llena de luces y colores… y de esperanzas… Es el espejismo que hemos hecho nuestro, es nuestra marca de raza y nuestra identidad. Así lo dejó de claro Cecilia en Mi querida España:

Mi querida España, 
esta España mía, 
esta España nuestra. 
De tu santa siesta 
ahora te despiertan 
versos de poetas. 
¿Dónde están tus ojos?, 
¿dónde están tus manos?, 
¿dónde tu cabeza? 
Mi querida España, 
esta España mía, 
esta España nuestra.

Mi querida España, 
esta España mía, 
esta España nuestra. 
De las aras quietas, 
de las vendas negras 
sobre carne abierta. 
¿Quién pasó tu hambre?, 
¿quién bebió tu sangre 
cuando estabas seca? 
Mi querida España, 
esta España mía, 
esta España nuestra.

Mi querida España, 
esta España mía, 
esta España nuestra. 
Pueblo de palabra 
y de piel amarga, 
dulce tu promesa. 
Quiero ser tu tierra, 
quiero ser tu hierba 
cuando yo me muera. 
Mi querida España, 
esta España mía, 
esta España nuestra.

Ese mismo año fue seleccionada por Televisión Española para representar a España en el Festival de la OTI (Organización de Televisión Iberoamericana) y ella, a pesar de ser contraria a ese tipo de eventos, aceptó sin mucho entusiasmo y compuso para ello la canción titulada Amor de media noche, trabajo del que nunca se sintió satisfecha, pues consideraba que estaba demasiado recargado de tópicos y lugares comunes de un romanticismo un poco trasnochado, pero realmente nos sirve para comprobar el descubrimiento de la cruda realidad cuando termina una relación sentimental en la que una de las partes, la mujer, en este caso, no ha recibido lo mismo que ha dado y donde de nuevo aparece el tema de la mujer objeto y del hombre que no da amor, simplemente lo usa… volvemos al mismo espejismo…:

Me has mirado como quien mira el mar, 
como un lujo que debes conservar, 
yo no quiero ser tu sombra en un rincón, 
la muñeca que no tiene opinión.

Has comprado el silencio de mi voz 
con amor que al fin no es más que amor, 
yo no soy la marioneta de cartón, 
el juguete que baila en tu guiñol.

Adiós amor de medianoche, 
hoy mi voz quiere gritar, 
abre tu puerta y déjame volar, 
volar en libertad.

Quiero romper mis viejos lazos, 
quiero ser mía y nada más, 
quiero dejar lo que me has dado 
y no mirar atrás.

Te regalo las horas que viví 
entre cuatro paredes junto a ti, 
quédate con mis recuerdos, 
yo me voy, aun más lejos 
pues ya lejos estoy.

Adiós amor de medianoche, 
hoy mi voz quiere gritar, 
abre tu puerta y déjame volar, 
volar en libertad.

Con este mismo título, grabó su último LP que, como algo premonitorio, consistía en una recopilación de sus mejores canciones, pues poco después, el 2 de agosto de 1976, volviendo de una de sus actuaciones en Galicia, encontró la muerte en un desafortunado accidente de coche al cruzar la localidad zamorana de Colina de Trasmonte. Junto con ella también falleció el batería de su grupo, Carlos de la Iglesia. Todavía, antes de morir, salió un sencillo con las canciones Tú y yo y Una guerra, y un mes después del suceso, otro con El viaje y Lluvia. Sin embargo, cuando en 1996 surgió a la luz un doble álbum con sus canciones interpretadas por diversos cantantes como Miguel Bosé, Ana Belén, Merche Corico, Julio Iglesias, Manolo Tena y un largo etcétera, apareció una canción inédita de Cecilia, cantada por ella y con sólo una guitarra de acompañamiento, cuyo título, Desde que tú te has ido,  no podía ser más adecuado para recordar a esta mujer que, en sólo seis años, supo ganarse el corazón de los españoles que, como ella, sabían que los espejismos alguna vez se vuelven realidad…

Desde que tú te has ido, 
desde que te has marchado, 
mis manos tienen frío 
por no tener tus manos.

Desde que tú te has ido, 
desde que me has dejado, 
yo sólo soy la sombra 
de aquella que has amado.

Y en mi jardín pequeño 
de sueños y esperanzas, 
hay un rumor a invierno amor, 
sin ti no tengo nada. 
Hay un rumor a invierno amor, 
sin ti no tengo nada.

Desde que tú te has ido, 
desde que me he quedado 
en esta casa nuestra, 
es que me falta algo.

No sé si es el aire,  
no sé si es la luz, 
pero cuando miro, amor, 
sé que me faltas tú. 
Pero cuando miro, amor, 
sé que me faltas tú.

Si de tus labios tiernos 
bebí todo mi canto, 
ahora y en silencio, amor, 
quiero llorar mi llanto. 
Ahora y en silencio, amor, 
quiero llorar mi llanto.

Champourcín, Ernestina de

Ernestina de Champourcín, una voz singular de la poesía española del siglo XX, nació en la ciudad de Vitoria, en el seno de una familia de ideología católica y tradicionalista, el 10 de julio de 1905. Desde niña mostró su afición por la lectura y la escritura, que cultivó en Madrid, adonde se mudó con su familia en 1915. Allí realizó sus estudios en el Colegio del Sagrado Corazón y el Instituto Cardenal Cisneros, pero no pudo acceder a la universidad por la oposición de su padre. Su primer contacto con la poesía fue en francés, idioma que dominaba por su ascendencia francesa, pero pronto adoptó el español como lengua poética, influenciada por Juan Ramón Jiménez, a quien conoció personalmente y con quien mantuvo una estrecha amistad. Su primer libro de poemas, En silencio, se publicó en 1926 y reveló su sensibilidad modernista y vitalista. Dos años después contrajo matrimonio con Juan José Domenchina, poeta y secretario de Manuel Azaña, presidente de la Segunda República Española. Ernestina se integró en el ambiente cultural de la capital y formó parte del Lyceum Club Femenino, una asociación de mujeres que fomentaba la educación, el arte y los derechos femeninos. También se relacionó con otros poetas de la Generación del 27, como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pedro Salinas y Jorge Guillén, y participó en algunas de sus actividades literarias, como las tertulias del Café Pombo o las veladas del Ateneo de Madrid. Su segundo libro de poemas, La voz en el viento, se editó en 1931 y consolidó su estilo personal y su voz lírica. Sin embargo, su carrera poética se vio truncada por el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, que la obligó a exiliarse junto con su esposo. Primero se establecieron en Francia y luego en México, donde permanecieron hasta 1972. Durante el exilio, Ernestina sufrió una profunda crisis existencial y espiritual que la llevó a convertirse al Opus Dei en 1940. Este hecho marcó un giro radical en su poesía, que adquirió un tono más religioso y místico. Publicó varios libros de poemas en esta línea, como Cántico inútil (1936), Presencia a oscuras (1952), El nombre que me diste (1959) y Cartas cerradas (1970). En 1972 regresó a España con su esposo y se instaló definitivamente en Madrid. Allí continuó escribiendo hasta su muerte el 27 de marzo de 1999. Su obra poética fue reconocida con diversos premios y homenajes, como el Premio Euskadi de Literatura (1995) o el Premio Nacional de las Letras Españolas (1996). Ernestina de Champourcín fue una poeta singular e innovadora que supo expresar su mundo interior con una voz propia y original.