Dickinson, Emily

Emily Dickinson (1830-1886) fue una de las más grandes poetas de la historia y una precursora de la poesía moderna estadounidense. Su obra, que abarca casi 1800 poemas, se distingue por su originalidad formal y temática, su profundidad filosófica y psicológica y su sensibilidad hacia la naturaleza y la muerte. Dickinson escribió sus poemas en pequeños trozos de papel que guardaba en su casa de Amherst, Massachusetts, donde vivió recluida la mayor parte de su vida. Solo unos pocos poemas se publicaron en vida, y con muchas modificaciones editoriales. La mayoría se descubrieron después de su muerte, cuando sus familiares encontraron los manuscritos en su habitación. Dickinson recibió una educación muy avanzada para su época, que incluyó literatura, historia, religión, geografía, matemáticas, biología, griego y latín. Además, fue una autodidacta en música, botánica y astronomía. Su pasión por el conocimiento se refleja en sus poemas, que abordan una gran variedad de temas y referencias culturales. Dickinson fue una mujer independiente y rebelde, que cuestionó las normas sociales y religiosas de su tiempo. Nunca se casó ni tuvo hijos, y mantuvo una relación muy íntima con su cuñada Susan Gilbert, con quien se cree que tuvo un romance. Su obra ha sido reconocida como una de las más influyentes e innovadoras de la literatura universal.

Prados, Emilio

Emilio Prados (Málaga, 4 de marzo de 1899 – Ciudad de México, 24 de abril de 1962) fue un destacado poeta español que formó parte de la Generación del 27, un grupo de escritores y artistas que se caracterizó por su renovación estética y su compromiso cultural. Prados estudió en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde conoció a Federico García Lorca, Luis Buñuel, Salvador Dalí y otros intelectuales de su época, con los que mantuvo una estrecha amistad.

La obra poética de Prados se puede clasificar en tres etapas, según su evolución temática y formal:

  • Una primera etapa de influencia vanguardista, en la que Prados experimenta con el lenguaje y las imágenes para crear una poesía original y sorprendente. Algunas de sus obras de esta etapa son: Tiempo (1925), un libro que refleja su visión del mundo a través de símbolos como el reloj, el espejo o el laberinto; Vuelta (1927), un poemario que expresa su nostalgia por la infancia y su tierra natal; Seis estampas para un rompecabezas (1925), una obra surrealista que juega con la combinación de palabras e imágenes; El misterio del agua (1926-1927), una colección de poemas que explora el tema del agua como símbolo de vida y muerte, inspirada en la fuente del patio de su casa en Málaga.
  • Una segunda etapa de compromiso social, en la que Prados se involucra en la realidad política y social de España durante la guerra civil. Su poesía se vuelve más directa y crítica, denunciando las injusticias y el sufrimiento causados por el conflicto. Algunas de sus obras de esta etapa son: Jardín cerrado (1936), un libro que refleja el dolor y la angustia del poeta ante la guerra; Romancero general de España (1937), una obra colectiva en la que participaron otros poetas del 27 como Rafael Alberti o Miguel Hernández; La piedra escrita (1939), un poemario que recoge sus impresiones sobre el exilio.
  • Una tercera etapa de introspección mística, en la que Prados busca una salida espiritual a su situación de exiliado. Su poesía se vuelve más íntima y profunda, expresando su anhelo de trascendencia y su fe en Dios. Algunas de sus obras de esta etapa son: La voz cautiva (1941-1959), una obra que recoge su experiencia del exilio y su búsqueda espiritual; Llama viva (1959), un libro que celebra el amor como fuente de vida; Hasta no sé qué día (1961), un poemario póstumo que resume su trayectoria poética.

Prados no solo fue poeta, sino también editor y fundador, junto con Manuel Altolaguirre, de la revista Litoral y la imprenta Sur, que fueron fundamentales para la difusión de la obra de los poetas del 27. Prados también colaboró con otros proyectos culturales como la revista Hora de España o el Colegio Español en México.

Otero, Blas de

Blas de Otero Muñoz (Bilbao, 15 de marzo de 1916 – Majadahonda, 29 de junio de 1979) fue un escritor y poeta español, considerado uno de los máximos exponentes de la poesía social y la poesía intimista de los años cincuenta en España. Su obra refleja su evolución desde una angustia existencial y religiosa, influida por los místicos españoles y el existencialismo francés, hasta un compromiso político y solidario con los problemas de su tiempo, marcado por su militancia en el Partido Comunista y su simpatía por la Revolución Cubana. Algunos de sus libros más destacados son Ángel fieramente humano (1950), Ancia (1958), Pido la paz y la palabra (1955), Que trata de España (1964) y Mientras (1970). También escribió prosa autobiográfica en Historias fingidas y verdaderas (1970). Recibió varios premios literarios, como el Boscán y el Fastenrath. Su poesía se caracteriza por una poderosa energía verbal, una agresiva imaginería, un tono bronco y desgarrado, y una mezcla de formas clásicas y modernas. Su obra ha sido traducida a varios idiomas y ha influido en generaciones posteriores de poetas.