Walt Whitman: influencia de su poesía en la música popular y folk.

La poesía de Walt Whitman, especialmente su obra maestra Leaves of Grass (1855), ha dejado una huella profunda en la música popular y folk, géneros que comparten con el poeta un espíritu de autenticidad, conexión con la gente común y celebración de la experiencia humana. Con su verso libre, su tono inclusivo y su visión democrática, Whitman proporcionó una voz poética que resuena con los valores de estos géneros musicales: la libertad expresiva, la narrativa personal y colectiva, y el amor por la diversidad cultural y geográfica de América.

Walt Whitman revolucionó la poesía estadounidense al romper con las formas métricas tradicionales, adoptando un verso libre que imitaba los ritmos del habla cotidiana y la respiración natural. Su poesía es expansiva, sensorial y profundamente democrática, celebrando tanto al individuo como a la colectividad. Estas características la hacen especialmente adecuada para la música popular y folk, que priorizan la accesibilidad emocional y la narrativa directa.

La obra de Whitman exalta la naturaleza, la libertad, la igualdad, el trabajo y la diversidad humana, temas que son centrales en el folk, un género que históricamente ha dado voz a las luchas y esperanzas del pueblo. En la música popular, su énfasis en la autenticidad y la experiencia personal conecta con artistas que buscan transmitir emociones universales.

El ritmo cadencioso y la repetición en los poemas de Whitman, como en “Song of Myself” o “I Hear America Singing”, evocan la estructura de las canciones folk, con sus estribillos y narrativas repetitivas. Su lenguaje coloquial y su tono conversacional facilitan la adaptación a letras de canciones.

Whitman imaginó una América pluralista y unida, una idea que resuena en la música folk, que a menudo explora la identidad nacional, las luchas sociales y los paisajes del país.

Woody Guthrie, ícono del folk estadounidense, es uno de los artistas más claramente influenciados por Whitman, aunque no siempre adaptó sus poemas directamente. Guthrie compartía con Whitman una pasión por la gente común, los trabajadores y los paisajes de América, y su música refleja un espíritu whitmaniano de inclusión y resistencia. “This Land Is Your Land” (1940), considerada un himno folk, encarna la visión de Whitman de una América diversa y accesible para todos. Versos como “This land was made for you and me” recuerdan la celebración de Whitman de la democracia y la igualdad en poemas como “For You O Democracy”. La estructura simple y repetitiva de la canción refleja la cadencia de la poesía whitmaniana. Guthrie, como Whitman, escribió desde la perspectiva de los marginados. Su música, que documenta las luchas de los trabajadores y los migrantes, evoca el poema “I Hear America Singing”, donde Whitman exalta a los carpinteros, mecánicos y labradores. Ambos artistas ven la dignidad en el trabajo cotidiano. Guthrie admiraba a Whitman y, según biógrafos, llevaba copias de Leaves of Grass durante sus viajes. Su prosa en Bound for Glory (1943) refleja el estilo enumerativo y expansivo de Whitman, con listas que celebran la diversidad de la experiencia americana.

Pete Seeger, discípulo de Guthrie, continuó la tradición de usar la música folk como vehículo para la justicia social, un enfoque que conecta con el humanismo de Whitman. Seeger, en canciones como “Where Have All the Flowers Gone?” (1955), captura el tono elegíaco de poemas como “When Lilacs Last in the Dooryard Bloom’d”, donde Whitman llora la muerte de Lincoln y reflexiona sobre la mortalidad. Aunque no cita directamente a Whitman, el énfasis de Seeger en la comunidad y la resistencia refleja los ideales del poeta.

“Turn! Turn! Turn!” (1959): Esta canción, adaptada del Eclesiastés, comparte con Whitman una visión cíclica de la vida y la naturaleza, un tema recurrente en Leaves of Grass. La interpretación de Seeger, con su mensaje de unidad, resuena con el llamado de Whitman a la fraternidad universal.

Joan Baez, la cantante folk, conocida por su activismo, interpretó canciones que, aunque no basadas directamente en Whitman, reflejan su espíritu de libertad y empatía. Su versión de “I Shall Be Released” de Bob Dylan evoca el anhelo de liberación personal y colectiva presente en poemas como “Song of the Open Road”.

Bob Dylan, uno de los artistas más influyentes del siglo XX, ha reconocido explícitamente la influencia de Whitman en su trabajo. Dylan fusionó el folk con el rock y la poesía, creando un estilo lírico que recuerda la voz profética y expansiva de Whitman. En diversas entrevistas, Dylan ha mencionado a Whitman como una inspiración, particularmente por su capacidad para capturar la multiplicidad de la experiencia americana. Canciones como “A Hard Rain’s A-Gonna Fall” (1963) utilizan imágenes acumulativas y un tono visionario que recuerdan las listas de “Song of Myself”, donde Whitman enumera las diversas facetas de la humanidad.

“I Contain Multitudes” (2020): Esta canción toma su título directamente de un verso de “Song of Myself” (“I am large, I contain multitudes”). En ella, Dylan reflexiona sobre la complejidad del yo, un tema central en la poesía de Whitman, que celebra la contradicción y la diversidad internas del individuo.

Como Whitman, Dylan explora tanto la grandeza como las fallas de América. Canciones como “Blowin’ in the Wind” (1962) comparten el tono interrogativo y universal de Whitman, que en poemas como “To a President” critica a los líderes mientras defiende al pueblo.

Bruce Springsteen, conocido como “The Boss”, es otro heredero de Whitman en la música popular. Su trabajo, centrado en la vida de la clase trabajadora, los sueños rotos y la búsqueda de redención, refleja la empatía de Whitman por los “hombres y mujeres comunes”. En “Born to Run” (1975): captura el espíritu de libertad y exploración de “Song of the Open Road”, donde Whitman exalta el viaje personal y la búsqueda de significado. La energía expansiva de la canción y su celebración de la juventud evocan el tono vitalista de Whitman.

“The Ghost of Tom Joad” (1995), inspirada en la novela de Steinbeck, también refleja la compasión de Whitman por los marginados, como en su poema “The Wound-Dresser”, donde describe el sufrimiento de los soldados heridos. Springsteen adopta un tono narrativo que recuerda las viñetas humanas de Whitman.

Las canciones de Springsteen, con sus personajes detallados y sus paisajes americanos, recuerdan la técnica de Whitman de pintar retratos de individuos diversos que juntos forman el mosaico de la nación.

Lana Del Rey, una figura destacada en la música pop alternativa, ha incorporado ecos de Whitman en su exploración de la América contemporánea, combinando nostalgia, decadencia y un amor por los paisajes del país. “Body Electric” (2012): Esta canción incluye una referencia directa a Whitman con el verso “Whitman is my daddy”. La letra, que mezcla espiritualidad y sensualidad, refleja la celebración de Whitman del cuerpo y el alma en poemas como “I Sing the Body Electric”.

Álbumes como Norman Fucking Rockwell (2019) evocan la América de Whitman a través de imágenes de carreteras, océanos y personajes marginados. Canciones como “Venice Bitch” capturan la cadencia expansiva y el tono contemplativo de la poesía whitmaniana.

Como Whitman, Del Rey combina un amor por América con una crítica a sus contradicciones, un tema presente en poemas como “America” de Leaves of Grass.

La influencia de Whitman en estos géneros se manifiesta en varios temas recurrentes: Democracia e inclusión, la carretera y el viaje, naturaleza y trascendencia, el cuerpo y la sensualidad y la voz colectiva.

La conexión entre Whitman y estos géneros no es solo temática, sino también estética, pues el verso libre de Whitman, con su rechazo de las formas rígidas, se alinea con la improvisación y la simplicidad del folk, donde la autenticidad prima sobre la perfección técnica. Su poesía, diseñada para ser leída en voz alta, tiene una cualidad performativa que se traduce fácilmente en la narrativa cantada de los trovadores folk. Whitman escribe desde múltiples perspectivas, un enfoque que los músicos populares adoptan al contar historias de diversos personajes, desde granjeros hasta obreros y soñadores. Las listas y anáforas de Whitman, como en “Song of Myself”, se asemejan a los estribillos y estructuras repetitivas de las canciones folk, que buscan memorabilidad y participación colectiva.

La influencia de Whitman en la música popular y folk ha moldeado la identidad cultural estadounidense, proporcionando una voz poética que une generaciones. Desde el Dust Bowl de Guthrie hasta el movimiento por los derechos civiles de Seeger y Dylan, y hasta las exploraciones modernas de Springsteen y Del Rey, Whitman ha servido como un faro para artistas que buscan capturar el alma de América. La música folk, inspirada por Whitman, ha sido un vehículo para el cambio social, desde las canciones sindicales de los años 30 hasta las protestas contra la guerra de Vietnam. La poesía de Whitman, con su llamado a la igualdad, proporcionó un marco ético para estas luchas. Cada generación de músicos ha reinterpretado a Whitman, adaptando su visión a nuevos contextos, desde la contracultura de los 60 hasta la introspección posmoderna de artistas contemporáneos. En la actualidad, festivales de folk como el Newport Folk Festival y eventos literarios como los organizados por la Walt Whitman Birthplace Association siguen celebrando la conexión entre Whitman y la música, con artistas que combinan poesía y canciones en performances interdisciplinarias.

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