No sé cuándo, ni muy bien por qué escribo estos “poemas”. Por las referencias sé que fue a mediados de los 80, década en ciertos aspectos más interesante que la actual, pues ni en los primeros manuscritos ni en las versiones a máquina ni en los dibujos de Luis tienen fechas que los daten.
No está hecho a propósito, pero supongo que hace honor a la advertencia inicial de: “escritos sin fecha”.
¿Por qué escribí esos textos? No sé, como se me había despertado gran avidez lectora y en los días que los temerosos de la democracia y la libertad montaron la pantomima del 23F, ya me había engullido casi sin masticar un montón de libros. Destacaría el “Bhagavad Gita” y “Así habló Zaratustra” y “Más allá del bien y del mal” de Nietzsche, que no sé si me enteré bien de qué iban , pero saqué mis propias conclusiones.
Supongo que pensaba que ya era un tipo capacitado para escribir, sé que no lo era, pero al menos creo ahora que no se llega a ningún sitio si en un momento dado no se empieza a andar. También que fue un atrevimiento de aprendiz o un intento de aportar algo a la vida cultural en la que intentaba moverme más como partícipe que como espectador.
Era ya “una persona que pintaba” y ahora escribía, (siempre he pensado que con poco talento ambas cosas, si no, sería rico y famoso), y era preferible eso que quedarme sentado a ver cómo pasaba la vida por la pantalla del televisor.
¿Por qué se publica tantos años después?
Primero porque sería un desprecio al trabajo de Bolumar, (dibujos que dan más valor a los textos del que tienen), siempre dispuesto a colaborar desinteresadamente.
No he olvidado nunca estos dibujos, la carpeta estaba siempre a la vista, me acompañaba en cada traslado de taller y me remordía la conciencia, pero no encontraba el momento adecuado.
Has que un buen día, Luis dejó caer sin mas referencias que tenía dos o tres libros de colaboraciones pendientes. ¡Joder, no se le ha olvidado al tío! En mi interior, avergonzado, se disparó el resorte y se puso en marcha el libro.
Segundo: como homenaje, no solo a Luis y sus dibujos en mayor medida, sirva también para aquellos tiempos de “inkietud” y creatividad cultural en el Alto Palancia.
Pero especialmente a una amistad que surgió entre 4 parejas y que todavía sigue: por un lado, “el Floro” y “el Pinos”, uno que escribía, el otro que intentaba pintar; por otro lado, con Bolumar y Martínez, uno que pintaba, el otro que escribía. Cuatro «moniatos» detrás de unas grandes mujeres: Elisa, Amparo, Reme y Oti.
Así que si ahora, cuando alguien lo lea y admire los dibujos, además de que esté un rato sin tragarse las mentiras que echan por la tele, conseguimos provocarle alguna emoción, ya habrá servido para algo publicarlo.
Pinos 2019-2020
PEQUEÑA SELECCIÓN
Ñ
Está el soñar
entre día y día
entre el agua y las nebulosas.
Soñar con nuevas cúspides
con colores de nueva dimensión
en los archivos del saber.
Está el soñar
con vía de escape
como solución.
B
Y en la mirada, ni triste ni seria
todo es ternura; mira tan y tan lejos
que ya ve dentro de sí misma.
Y en la sonrisa, ni escondida ni alegre
todo es esperanza.
No sé por qué… es una nueva vida
escondida en su vientre.
V
Mujer de oscuros ojos
y flores en las piernas,
tus cabellos se confunden
con mis nubes
en la parda noche de mi deseo.
Y en ese encuentro que nunca llega
ni luz ni noche
ni tus brazos como relámpagos
sobre mi piel.
Pintura del encabezamiento: Tamara Lempicka