Este toledano nació un 10 de enero de hace cien años y falleció, en la misma ciudad de su nacimiento, Toledo, en 2001. Durante la Guerra Civil se vio obligado a abandonar los estudios para poder aportar algún salario a la magra economía familiar trabajando en el campo y en una panadería. De vuelta a casa, tras cumplir con el servicio militar (realizado en Melilla y el Valle de Arán), desempeñó los servicios de arte y cultura en el Ayuntamiento de Toledo. Su obra consta de unos treinta y tres libros de poemas, entre los que destacaremos: “El tiempo justo”, “Navegando en la noche”, “Cárcel de la libertad” o “Sublevación de la melancolía”, aunque también cultivó el ensayo, el cuento y la crítica literaria. Su poética fue siempre bastante personal ya que nunca perteneció a ningún grupo ni movimiento literario, tocando una gran variedad de temas y componiendo tanto en verso libre como en métricas tradicionales, sobre todo en liras, aunque tampoco dio de lado a las formas más osadas e innovadoras, como así lo demuestra la creación de sus “linformas”, consistentes en la unión de la imagen y el texto.
CONTRADICCIÓN VIRTUAL
(DE SUBLEVACIÓN DE LA MELANCOLÍA, 1987)
Los ojos, ¿son los ojos?
Los ojos no lo son, son los oídos.
¿Nada veis con los ojos,
ni oís con los oídos?
¿Se contradicen todos los sentidos?
Se pone opuesto el gusto,
y el tacto ni se mira ni se toca.
Aunque es táctil su busto
y amoroso en la boca,
con el oler oliendo se sofoca.
Débiles todos, fuertes,
son sentidos difíciles, profundos,
hacen vidas y muertes,
parecen moribundos,
fingen como asustados vagabundos.
Son cinco pero es uno,
aunque está dentro y solo yo le siento
sin sentido ninguno.
Es uno, pero miento,
son cinco alimentando al pensamiento.
Cierro los ojos, veo,
me tapo los oídos con las manos
y en oír me recreo,
oigo pasos lejanos,
veo en el más allá seres humanos.
Veo, lo siento, broto,
en el jardín de las contradicciones,
lo toco y gusto. Noto
más sensaciones, sones,
que estos cinco sentidos son ficciones.
Un artículo de Antonio Cruzans