Norwid nació en la localidad polaca de Laskowo el 24 de septiembre de 1821. Siendo todavía pequeño, se quedó huérfano, por lo que su hermano y él se educaron en una escuela de Varsovia. A los nueve años abandonó los estudios para inscribirse en una academia de pintura, y a los diecinueve ya publicaba sus poemas en varias revistas literarias. En 1840 se trasladó a la ciudad alemana de Dresde para estudiar escultura, y así comienza su periplo viajero por Europa y Norteamérica, hasta su muerte en París el 23 de mayo de 1883. Norwid fue bastante polifacético ya que escribía obras de teatro, pintaba, esculpía, pero, sobre todo, era poeta y escribió muchos poemas bastante conocidos en su país, como: “El piano de Chopin” o “La Rapsodia de Bem”, sin embargo, tras su muerte pronto fueron olvidadas, siendo redescubiertas durante el periodo de ‘la joven Polonia’.
ODA A LOS CONTEMPORÁNEOS
I
Y me despedí del país, y de aquellas orillas conocidas.
Empujé con el pie desde la orilla
como lo hace un remero en su barca.
¿Cómo? Aparta la espuma
perezosa, líquida, ligera....
¡Oh, país, donde cada hecho acontece demasiado pronto
y cada libro, demasiado tarde!
II
Empujé con el pie aquella orilla que, humildemente,
se agachó bajo mi tacón
y me gritó con elegancia que era mártir,
pero me maldecía en voz baja.
III
¡Oh! Vosotros que cantáis de manera sangrienta e incendiaria,
¿cuándo... entenderéis el juicio?
Sois felices porque vivís la historia, pero ninguno sabe
que habéis crecido en un diluvio de sangre,
puros y matemáticos, como un error.
IV
Es ésta una canción oscura. Vosotros, en cambio... ¡sois tan claros!
La pena es que nunca sabéis
por qué. La razón-hombre dice: «¡Duérmete!».
«¡Duérmete!» dice, después del baile, a una mujer desvanecida
Un artículo de Antonio Cruzans.