Filinto Elísio

El 25 de febrero de 1819, muere Filinto Elísio, escritor y traductor portugués. Nacido el 21 de diciembre de 1734 en Lisboa, Filinto Elísio (Francisco Manuel do Nascimento) fue un poeta y traductor portugués del Neoclasicismo.

De origen humilde, se convirtió en sacerdote, conviviendo con la futura marquesa de Alorna, de quien recibió el nombre arcádico de Filinto Elisio. Perteneció al círculo poético del Grupo de la Ribeira das Naus, entrando en disputas con los poetas de la Arcádia Lusitana. Una denuncia hecha a la Inquisición le obligó a refugiarse en Francia en 1778, debido a sus ideas enciclopedistas y liberales. Allí conoció personalidades importantes de la cultura francesa, como el poeta Lamartine. Con dificultades económicas crecientes, se vio obligado a escribir, a enseñar y a hacer traducciones para garantizarse la supervivencia. Entre los autores que tradujo se encuentran Chateaubriand (Los Mártires, 1816), Longino, La Fontaine, D’Alembert, Sóror Mariana Alcoforado (Lettres Portugaises) y Wieland (Extractos de Oberon). Sus Obras Completas fueron editadas en París (1817-1819, 11 tomos). Admirador de Horacio, defensor de los ideales iluministas y enciclopedistas, y de las revoluciones francesa y americana, la permanencia en Francia marcó su obra, donde lamenta el oscurantismo portugués, evoca la gastronomía y costumbres patrióticas, retrata las dificultades y el aumento de la tristeza de su enfermedad y la vejez. Su estilo sigue los preceptos de la estética clasicista arcádica, siendo un defensor enérgico del purismo de la lengua. A pesar de este formalismo, muchos de sus poemas reflejan una gran intensidad emocional, en lo que tienen de revuelta y de sufrimiento personales, lo que hace que algunos lo consideren ya precursor del romanticismo. Cultivó prácticamente todos los géneros de la poesía clásica.

Nos fogo o tempo 

Nos Foge o Tempo Se mais que aéreas nuvens pressuroso, 
Se mais que inquietas ondas inconstante, 
Nos foge o Tempo; é inútil o saudoso 
Pranto, dado a quem foge; eu incessante 
Quero abarcar, e com ardor ansioso 
Entranhar na alma cada alegre instante: 
Pois que a vida é passagem, as lindas flores 
Bom é colher na estrada dos Amores.
Se nos escapa el tiempo

Se nos escapa el tiempo, más que las aéreas nubes presuroso,
más que las inquietas olas inconstante,
Se nos escapa el tiempo; es inútil el nostálgico
Llanto, dado a quien huye; yo incesante
Quiero abarcar, y con ardor ansioso
Entrar en el alma cada alegre instante:
Porque la vida es paso, las hermosas flores
Bueno es cosechar en el camino del amor.

Un artículo de Antonio Cruzans

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