Substantes, publicada en octubre de 2023 por NPQ Editores, es una obra en español escrita por José Alfonso Gallego dos Santos que entremezcla poesía y fotografía en un diálogo artístico que explora lo esencial de la experiencia humana. El libro aborda los sentimientos desde una perspectiva que los clasifica como “estáticos, dinámicos o, incluso, no existir”. Esta premisa sugiere una sondeo introspectivo y filosófico sobre la naturaleza de las emociones, bajo la premisa de un enfoque en tono reflexivo.
José Alfonso Gallego dos Santos, además de ser autor, tiene un perfil profesional diverso, con experiencia en la gastronomía (como propietario del restaurante Malkebien en Valencia) y un enfoque en la honestidad y la accesibilidad en su trabajo. Este trasfondo podría influir en Substantes, dotándola de una perspectiva humana, cercana y auténtica, aderezada con una sensibilidad hacia las experiencias cotidianas o las conexiones emocionales.
Iglesia de las Salinas del Cabo de Gata.
Templo construido en 1.907 en la barriada de la Almadraba de Monteleva , lugar donde se localizaban unas antiguas salinas romanas. La imagen fue tomada antes de la reconstrucción a la que se sometió en el año 2.012. Tras ella retomó su actividad litúrgica exigida por la exigua población que todavía pervive en la zona y que actualmente dedica su actividad a la pesca y al turismo. Lamentablemente y como ocurre en muchas de estas reconstrucciones el utilitarismo rinde al espíritu decrépito y romántico de lo restaurado. Argumento egoísta del viajante esporádico que prima la universalización del instante frente a los inconvenientes del lugareño que sufre esa decadencia exenta de cualquier disfrute estético. Dialéctica de lo cotidiano frente a la sublimación del Instante.
Confianza envuelta en continuas improvisaciones confusamente irregulares por desprecio a una subjetividad inútil, desesperada en complacencia. Tras de sí oculta pues vivida altiva, levantada sin miedos, arrogante, confiada en su soledad, única posibilidad del yo, objetivo, frente al nosotros, deformador.
Dado que el título Substantes evoca la idea de “sustancia” o “esencia” (del latín substantia), no sorprende que la obra explore lo que subyace en los sentimientos, buscando desentrañar su naturaleza, su presencia o su ausencia. La descripción sugiere una estructura conceptual que clasifica las emociones en categorías (estáticas, dinámicas o inexistentes), lo que se manifiesta en una organización temática y en un estilo que combinan reflexión teórica con expresión lírica.
Gaudí y su modernismo místico en La Pedrera y La Casa Batlló. Líneas que trazan la comunión de Dios y la naturaleza haciendo imposible determinar donde empieza uno y donde acaba la otra. Búsqueda de la divinidad a partir de la reconstrucción de formas perfectas que Gaudí entiende imposibles sin la presencia del gran hacedor. Otros lo vemos más plausible, que le vamos a hacer. Ontológicamente necesario reivindicamos la transcendencia sin muletas artificiosas ni “ artificiantes”.
Movimiento opuesto a la figuración, como infinitesimal amplitud verba; muerto de su propia fabulación en millones de ocasiones vividas y también muertas en intimidad de amplitudes substanciales, semejas, perennes, estáticas de placer acomodado al hastío (confuso), de recuerdos constantes y únicos, y únicos.
Olvida el sentimiento la razón mezquina de su única querencia, la de su castrante ambición ignorante, de su desabrida impertinencia. Mentido en el instante
de generarse ausente, concluye la explosión a la que no fue invitado, todo vanidad, todo confusión, todo articulado en risas en llagas disfrutadas en cómica función.
Autocomplacencia. Torpe afán, indefenso a la luz de su limitado recorrido, incierto, inconsciente, falso; ya muerto.
En sus poemas se observa cómo los sentimientos se exteriorizan, cambian o incluso se desvanecen, lo que invita a una reflexión sobre la condición humana. Esto podría alinearse con corrientes literarias modernas que abordan la psicología y la introspección, como el existencialismo o el modernismo. A ello contribuye el empleo evocador del lenguaje, con imágenes sensoriales o metáforas que traducen las emociones en experiencias tangibles. La estructura está organizada siguiendo las categorías mencionadas (estáticos, dinámicos, inexistentes), aunque adoptando una forma más fluida, como un flujo de conciencia, buscando imitar la naturaleza cambiante de las emociones.
Nau dos Corvos. Cabo Carboeiro. Peniche. Portugal.
En las tardes en las que” o Vento de Poente” golpea el lapiaz del cabo y las gaviotas se ocultan en sus rendijas, las más viejas aprovechaban para transmitir olvidadas historias que las más jóvenes contarán a sus descendencias en futuros temporales. Contaban la historia de algunos hombres que por exigir la libertad que ellas disfrutaban, habían sido encarcelados en la fortificación construida en aquella península y que se divisaba cuando volaban alto sobre sus nidos. ¿Qué interés tendrían los hombres en privar a sus propios congéneres la libertad que ellas disfrutaban sin restricciones? Graznían de un tal Prim, un general español que tras encabezar revueltas libertarias había terminado dando con sus huesos en ese pedazo de suelo portugués. También de algunos marinos brasileiros que se opusieron a las formas autoritarias de un tal Peixoto. Las gaviotas más jóvenes esperaban ansiosas que sus mayores repitieran la historia de aquel hombre de cabellos platino que después de pasar más de diez años en aquel tómbolo, recluido por dudar de las bonanzas del Estado Novo, escapara con otros compañeros y liderara la conquista de algo que para ellas era tan natural como el volar. Si no estaba bravío el mar, el 25 de abril solían sobrevolar el penal para que no se les olvidara lo afortunadas que eran siendo lo que eran.
Sonidos preparados para ser oídos sin oposición, conocedores de su capacidad de deformación ejercida placenteramente. ¡Malditos! Todo consciente distorsión, significando relaciones, afirmándolas, recordándolas, impidiendo el acercamiento al medio desde nosotros. ¡Malditos sentidos! Esclavos de una dinámica viciada de normalidad, sin aprehensión razonable, entregados al encadenamiento de la verosimilitud. ¡Malditos nosotros!
Dime que si no existe el horizonte la mañana tiembla; que se exhibe frágil en la noche, que se esconde plácida, sin vida que la olvide
en el dolor. Y trócala en azote, que se rebele insolente y su razón humilde, a quien insolente, la vida anille: frío, celoso, canalla. Capote
yerga despecho y sangre en la mirada desolada que le alienta; seguro ante el espanto, muera o no rasgada.
Substantes invita a la introspección y al diálogo con el lector. Su propuesta de clasificar las emociones sugiere una ambición conceptual que podría ser tanto un punto fuerte como un desafío: por un lado, ofrece una perspectiva original que estructura lo abstracto; por otro, corre el riesgo de simplificar la complejidad emocional si no se desarrolla con suficiente profundidad. El enfoque del autor, probablemente influido por su experiencia en crear experiencias accesibles y auténticas, podría resultar en una obra que combina reflexión profunda con una voz cercana.
Calçada portuguesa.
Se cuelan las lágrimas de los maestros calceteiros entre los intersticios de las teselas de los adoquinados. Arrodillados ante la vida han visto correr sus minutos unos detrás de otros, con el único afán de que el tiempo no se detuviera y darse una última oportunidad para que el futuro fuera mejor. Pero la vida no es siempre justa. Ni siquiera Dios lo es, y aunque exista el destino, no está en manos de ellos cambiar la dirección del viento que soplan los que poseen el fuelle.
Repele la luz el orgullo y oscuro sobrevive a la simplicidad, que se engaña siendo autosuficiente. Miente, miente, miente; dos veces se exhorta a la mentira. (…)
La reflexión sobre la existencia y los sentimientos apunta a una tradición de poesía filosófica y existencialista. El poemario parece jugar con la ambigüedad y la paradoja —sentimientos que pueden no existir—, lo que sugiere el uso de recursos como la antítesis y la ironía. El lenguaje parece querer oscilar entre lo abstracto y lo concreto, buscando captar la complejidad de la experiencia emocional.
Puerta de casa en decadencia. Silves. Portugal.
Cerrada, encadenada, enrunada, se mofa de ti la puerta retando tu curiosidad … Entra sin condiciones, si te atreves. Abandona tus prejuicios urdidos en miles de convenciones y experiencias equivocadas. Despierta y crea una verdad propia que solo sea tuya. Hazla tuya, también, sin necesidad de compartirla o justificarla. ¿Tienes miedo? … qué solo te encontrarás. Lugares comunes buscas. Comodidad. Ya estas perdido.
Proximidad en tanto que verdad, que existencia, que proximidad. Alejada hacia la totalidad, supuesta en transcripciones críticas rápidamente absorbidas en una sola ocasión, tomada en despecho, en autoconsuelo; sueño.
En conclusión, Substantes se presenta como un poemario que invita a la meditación sobre la naturaleza de los sentimientos, su movimiento y su posible vacío. Su propuesta es introspectiva y filosófica, alineada con la poesía contemporánea que explora los límites de la percepción y la identidad.