El 28 de marzo de 1919 se cumplió un siglo del nacimiento de Alain Bosquet, literato francés. Anatole Bisk, alias Alain Bosquet, es un escritor francés de origen ruso, pues nació en Odessa (Ucrania) el 28 de marzo de 1919 y murió en París el 17 de marzo de 1998.
Hijo de Alexander Bisk, comerciante de filatelia y poeta, y Berthe Turianski, emigró con su familia a Bélgica en 1925, después de una estancia en Bulgaria, comenzando sus estudios de Filología Románica en la Universidad Libre de Bruselas en 1938 y, posteriormente, en la Sorbona. En 1939, fundó, junto con José-André Lacour, su primera revista literaria, Pylone.
Movilizado en 1940, hizo la guerra en el ejército belga, luego en el ejército francés. Fue encargado de editar el primer periódico de Charles de Gaulle, La Voix de France, en Nueva York, en 1942. Los Aliados le encomendaron la tarea de elegir las ciudades normandas para bombardear durante el aterrizaje y, para no demorar la invasión, decide destruir todas estas ciudades, entre ellas Valognes, pero nunca expresará ningún remordimiento, como dice en Les Fêtes cruelles. Aterrizó con el ejército estadounidense en Normandía en junio de 1944. De 1945 a 1951 fue asignado al consejo de control cuatripartito en Berlín.
En 1958, se fue durante dos años a los Estados Unidos donde trabajó como profesor de Literatura Francesa en la Universidad de Brandeis y, a su regreso, dio clases de Literatura Estadounidense en la Facultad de Letras de Lyon desde 1959 hasta 1960. Desde 1961 hasta 1971, fue director literario de Editions Calmann-Lévy. Durante todo este tiempo, compaginó su trabajo con la creación literaria tanto en la novela y la poesía como en el ensayo, llegando a ser un prolífico escritor, publicando, entre otros, Langue morte, La Confession mexicaine, Le Middle West, Pierre Emmanuel, Une Mère russe, L’Enfant que tu étais, Ni guerre ni paix, Les fêtes cruelles, Le Métier d’otage, y las tres novelas publicadas en solo un tomo, Les Solitudes. Entre los principales libros de poemas, todos publicados por Gallimard, contamos Poèmes un, Poèmes deux, Sonnets pour une fin de siècle, Un jour après la vie, Le Tourment de Dieu, Bourreaux et acrobates, Je ne suis pas un poète d’eau douce.
Nacionalizado francés en 1980, fue elegido miembro de la Real Academia de Lengua y Literatura Francesa en Bélgica en 1986.
Para cerrar este trabajo, veamos tres pequeños poemas de Bosquet:
Futuro Serás puro: tres vestidos, una escudilla para recoger la limosna. Serás bueno: la mejilla, luego la otra mejilla para que te abofeteen. Serás fuerte: tu vida, luego la otra vida en la que te transformarás en dios. Serás humilde como un guijarro, como un pichón que sale del huevo. Serás lo que debes ser para alguna verdad, para algún amor, para algún orden invisible. Y serás recompensado, bestia de carga y de ensueños. Y serás castigado, animal cargado de piedras y de nada. Nunca serás tú mismo.
Fechorías del verbo Tengo el recuerdo de un recuerdo donde todo era rostro de rocío sol íntimo entre los dedos río puesto de rodillas para recibir una caricia tengo el recuerdo de un recuerdo donde eras precisa y pura y ahora es el poema quien te invita al suicidio porque según respiro te invento y te invento y te invento y nos pierdes a los dos por reinventarte.
Interrogación ¿Y con quién os pensáis que conversa una rosa? ¿Hacia quién creéis que va un perro solitario? ¿Habéis visto que alguno dé consuelo a una piedra que llora? El cielo azul, asentado en sus vértigos, ¿os creéis que soporta un silencio tan frío? No seáis inocentes: la silla siempre es viuda, la ceniza se queja de ser sólo ceniza ignorando de qué. Preguntad al cometa si a pesar de su brillo halla más soportable la vida que la muerte. Nosotros compartimos nuestros afectos con las cosas desvalidas, el polen trashumante, el lagarto espasmódico, el pedernal dormido; ¿pensáis que ellos aceptan tantas burlas y tantos falsos remordimientos?
Un artículo de Antonio Cruzans