
Cuando callan las palabras, entonces habla el silencio, y es cuando uno puede leer en su interior lo que la mente escribe en el corazón…
Cualquier tarde de octubre
He visto morir la tarde como mueren las reinas altivas y en silencio, le acompañaban en su duelo dos gaviotas blancas, mensajeras del mar adentro, volando sobre las olas del cielo y, sobre el horizonte, sereno, el ocaso vestido de otoño.
Mientras moría la tarde, mi pena doblaba la adversa esquina de tu recuerdo, entretanto mis deseos iniciaban solos el camino hacia la esperanza de un nuevo día.
Salí a contemplar la tarde y ya no estaba, me dicen que se fue porque la convenció el día, se fue y no me dijo si iba a volver; yo no la espero, pues es como todas las tardes de mis días…
vienen y se van; como cualquier tarde de octubre.

Palabras feas
Guerra es una palabra fea, pero más fea es: hambre;
guerra, hambre, son palabras feas,
pero más fea es: injusticia;
guerra, hambre, injusticia, son palabras feas,
pero más fea es: odio;
guerra, hambre, injusticia, odio, son palabras feas,
pero más fea es: traición;
guerra, hambre, injusticia, odio, traición, son palabras feas,
pero más fea es: desamor;
guerra, hambre, injusticia, odio, traición, desamor, son palabras feas.

Cosas que pienso
Nos dicen que tenemos que callar,
cuando hay mucho que decir… mucho.
Por eso no nos pueden hacer callar,
cuando hay mucho que decir… mucho.
Nos apuntan con sus arcos de la vil imposición,
pero nosotros nos protegemos con el escudo de la razón,
cuando hay mucho que decir… mucho.
Nos intoxican con su pertinaz verborrea, para hacernos callar,
pero nos asiste la reivindicación de nuestros derechos,
cuando hay mucho que decir… mucho.
Ellos quieren y ordenan siempre que debemos callar,
pero nuestra fe nos da fuerza y somos más,
cuando hay mucho que decir… mucho.
Se encierran en la trastienda para no oír,
cuando el pueblo alza su voz,
cuando hay mucho que decir… mucho.