ANIVERSARIO
Hasta que la muerte nos separe, ante los hombre y Dios, juré en junio, cuando la primavera eufórica coquetea con el solsticio, con las estrellas de verano, y dije sí como margarita juguetona, y busqué tus labios para sellar compromiso de fidelidad, compromiso de amor.
Y buscamos, entre lluvia de flores y arroz, complicidad de amistad, hasta la soledad de la primera noche donde, solos tú y yo, mujer y hombre, dejamos atrás promesas, juegos de novios, solo tu yo, mujer y marido.
Dos anillos, dos compromisos, una realidad, una vida, un camino… siempre tú y yo, pero nunca bajamos la mirada, los años nos envolverán en su curso imparable, y seguiremos bebiendo del agua fresca del amor eterno, y a la muerte burlaremos, pues los juramentos ante Dios son imborrables y eternos.
Es mejor amar en silencio, como hacen las estrellas, los astros, las estaciones, llegar en el momento, cuando tu mirada me busque, tu voz me llame, tu corazón me presienta, cuando el hogar se vacíe de las voces de nuestra sangre, allí estaré siempre como el primer día, cuando tu mano y la mía se encontraron y nuestras miradas hicieron el resto, cómplices del destino que yo cada día más necesito… solo decirte te quiero.
EN LA INTENSA TINTA AZUL
En la intensa tinta azul de la noche
introduzco la pluma de mi destino
para escribir sobre el pliego de mi vida,
esas pequeñas cosas del día a día.
El tiempo, fiel mayordomo,
atento a todas las causas,
mientras las horas caminan como novicias
por el porticado patio de lo cotidiano.
Mi corazón reclama
cada segundo, en su palpitar,
un hueco en el hermético
misterio de la vida.
Giro a mi alrededor como el pertinaz haz de luz
de un faro que alumbra desde la costa
de mi existencia, para orientar mis pensamientos,
mis vivencias hasta el buen puerto.
Quiebro la estancia cada noche de mis razones
y alegatos para meditar conmigo mismo,
para escuchar la voz de mi alma,
el eco de mi corazón susurrando como celeste brisa:
“Así, así, sigue caminando por muy prolongado
que sea tu camino, lucha porque eres un guerrero
y en ti está la mejor de las armas:
amar sobre todas las cosas”.
FRASES
Cuando se nos acumulan las palabras, de tanto que queremos decir, sufrimos un colapso de sentimientos y pensamientos, y la frustración se apodera de nosotros.
Hasta que la realidad nos va aclarando la situación, no podemos comprobar que no hace falta tantas palabras, pues todo se puede decir con muy poco.
Si espaciamos las palabras y acortamos las frases es posible que todo sea más comprensible.
Cuántas miles de frases, sentimientos y pensamientos caben en dos palabras: “te quiero”.
LEYES FÍSICAS
Dicen que son las leyes físicas y químicas las que hacen mover la vida y el universo, pero seguro que en trastienda cósmica y el contexto de la propia existencia hay algo que, en apariencia escondido en alguna dimensión para nosotros inalcanzable, ese misterioso algo está y obra prodigios.
Por eso, cuando la luz del sol rompa la intimidad del alba y el cielo y la tierra se unan en el eterno idilio de la mañana es que Dios está ahí.
Cuando el viento recorra en su libertad los cuatro puntos cardinales, y mueva las nubes, las olas del mar o las hojas de los árboles, ese murmullo será la voz de Dios que está ahí.
Cuando el mar, con la complicidad de las olas, conquiste la orilla de la playa portando en sus rizos armonías y esperanzas, será la caricia de Dios que está ahí.
Cuando la premura de la tarde se lleve el día por el horizonte donde muere, y la noche deje al descubierto la gran belleza y misterio del firmamento con toda su gigantesca fuerza e inmensidad, el constante titilar de las estrellas, planetas y galaxias será que Dios está ahí.
Cuando en el diario recogimiento del descanso, los pensamientos nos lleven a buscar la intimidad, mas los sentimientos afloren haciendo brotar alguna lágrima y los obstáculos jalonen el camino de nuestra vida, y en ese momento el corazón necesite la invitación del alma para elevar una oración suplicando que la luz no nos deje de alumbrar, será que Dios siempre estará ahí.
ME GUSTA
Me gusta saber que el cielo y sus misterios son testigos de cómo tu amor se mece en mi tiempo, pues las estrellas escogen nuestros sueños y la luna vigila nuestros sentidos, mientras tu amor se mece en mi tiempo.
Es el sol de la mañana el que nos invita a las pasiones, mas en el atardecer nos buscamos en la luz del ocaso, para que tú me digas lo que me quieres y yo lo que te amo, mientras tu amor se mece en mi tiempo.
Como las hojas llevadas por el viento, seguimos este periplo llamado vida que, a pesar de sus quimeras, entresijos, risas y lágrimas, encrucijadas y obstáculos, a pesar de todo, quiero vivirla, pues me alivia saber que tu amor se mece en mi tiempo.
Miles y miles de olas morirán en la orilla de la playa, miles de estrellas se fugarán por el infinito universo, millones de gotas de lluvia escribirán páginas de alivio sobre la tierra y cientos de arcoíris se dibujarán en el cielo, las flores nacerán y morirán de primavera a otoño, mientras miles de hechos circundarán nuestra existencia, pero perpetuamente tu amor se mecerá en mi tiempo.
